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45. Madrid

<< Todos estamos conectados en el ciclo de la vida >>
El rey león

Hacía diez meses, diez meses que Amelia había abandonado Madrid para subir a un avión y dejar atrás su hogar, y con él, muchas otras cosas. En ese tiempo había tenido una gran vivencia, pero también había sufrido, había llorado y se había perdido y reencontrado a sí misma en miles de ocasiones. Ahora se encontraba mejor que nunca, con la autoestima por las nubes, o así lo reflejaba su último single, en el que había descargado gran parte de ese lamento.

"Yo he sido el amor escondido
El tiempo perdido, una vida a medias
He sido la risa frenada, la mano furtiva
La manta en la pierna
He sido el amor de segundas,
cabeza confusa
La cash converter
He sido quien falta en la foto
Pero por vivir tanto no se arrepiente
He sido el amor confesado
Un miedo robado, un sueño y la piel
He sido también la presión más bonita
De "no me lo puedo creer"
He sido la puta y la dama
huyendo del drama
Y de los que sentencian
Un cuarto y mitad de tiritas
Pa' los que presumen de ser resistencia
Pero no me da la gana
Si tú quieres me disparas
Llevo las medias bien puestas
Por si te encuentro de cara
Voy a vivir con la fuerza
De quien sabe que se va
Ya no vengas a callarme
Ya no puedes, ya no más

He sido la puerta entreabierta,
la cama revuelta, locura y perdón
He sido la noche más larga,
el nunca te vayas, vaya colocón
He sido te amo y me callo,
te guardo y me hago un nudo en la voz
Hoy soy el amor que me enseña
que en la libertad nos vivimos mejor
He sido la falsa moneda que
de mano en mano no tiene rival
He sido la que ha soportado
etiquetas y mierdas de "esta de que va"
He sido quien mira de frente
y quien sabe consciente quién es de verdad
La novia, el amante, la amiga,
pasado presente y futuro y qué más"

Las horas del vuelo se antojaron eternas, Devoción tenía una tos horrible y la morena no había podido pegar ojo. El trato de Amelia con su madre ahora era más frío que nunca, pues ella había sido quien se había convertido en el saco de los golpes emocionales de la morena durante todo aquel tiempo. Y lejos de sacar su agrio carácter, la mujer había asumido ese papel sin rechistar. Pero al final las emociones que se contienen tienden a salir de alguna manera, y cada vez notaba su salud más frágil.

Amelia, dentro de la coraza de frialdad que había creado, empezaba a preocuparse demasiado por la mujer, a la que cada vez veía peor. Se sentía en parte culpable por haberla tratado tan mal los últimos meses, pero se convencía a ella misma de que tenía que pagar por todo lo que ella había sufrido por su culpa. Y es que la nueva Amelia creía más que nunca en el ojo por ojo.

El romance de Pepa y Silvia, ese mismo día se había convertido en la noticia del momento. Varias instantáneas de las dos juntas en situaciones tórridas corrían como la pólvora, no habían perdido el tiempo en los lugares visitados, así lo plasmaban también en ese mapa del mundo que habían llenado de cruces y corazones. Porque en cada puerto visitado habían llenado sus cuerpos de pasión.

Luisita, esperaba pacientemente tener su amiga de vuelta. Con el dinero que había ido ganando había mejorado cosas en la casa, aunque no tenía claro si Pepa volvería allí, o tras la marcha de Mari Carmen, que hacía apenas unos meses se había mudado al fin con Manolín a su nueva casa familiar, se quedaría sola.