57. Broma

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Mai acercó su rostro al mío, su boca estaba tan cerca de la mía cuando cerré los ojos que pude sentir su respiración. El aliento a cigarrillo y licor... Aunque no parecían la mejor combinación, no me disgustaba en absoluto. Porque lo deseé... Deseé que aquello sucediera de una vez por todas. Que su lengua se mezclara con la mía. Que saboreamos rastros de nuestras decisiones en la vida. Y entonces, recordé cada uno de nuestros encuentros, y claro... las veces que pude apreciar en primer plano su buen gusto en ropa interior. 

Incluso, debo admitir que aquella imagen me excitó... así, como recordar el día que me descubrió masturbándome.

¡Cálmate tigre!  me ordené. 

Pero el beso nunca llegó, en cambió, sentí el humo del cigarrillo invadirme las fosas nasales y acariciar todo mi rostro. 

Me ahogué con el humo y tosí. 

—Eres un pervertido Noah —dijo ella burlándose estrepitosamente mientras yo repelía el humo que se había metido en mis pulmones.

Hice cara de pocos amigos, pero no dije nada. 

Mai sin dejar de sonreír se puso de pie y me ofreció la mano. 

—Volvamos a la cabaña —dijo. 

Yo asentí con la cabeza y tomé su mano, preguntándome qué pasaría después.

Mientras caminábamos la lluvia nos sorprendió, obligándonos a correr con los cabellos pegados al rostros y la ropa empapada. La lluvia caía en un constante y suave murmullo alrededor de nosotros, y el suelo empezaba a cubrirse de charcos y pequeños ríos que bajaban en dirección del lago.

Antes de que pudiéramos llegar a la cabaña Mai se detuvo abruptamente.

—¿La perdonaste? —me preguntó de pie bajo la lluvia.  

La risa de antes, había desaparecido, tenía el rostro endurecido y esperaba con cautela. 

—La perdoné —contesté con sinceridad—. ella al igual que cada uno de nosotros también ha pasado por mucho, y guardarle rencor no es lo mío. 

Mai apenas y sonrió. Pero asintió con la cabeza. 

 —Entremos —murmuró... 


La Insoportable Existencial del Amor (+18)Where stories live. Discover now