Capítulo 5: Traidor

48 4 0
                                    



—¿No crees que te estás llevando demasiadas cosas, Lily?

—No, papá. Me estoy llevando las cosas que sé que necesitaré. —Cerré la última maleta y se la di.

Mi papá solo puso cara de cansancio, pero se dió la vuelta con la maleta en mano. Yo lo seguí de cerca arrastrando otra.

Salimos de la casa, y vi a la persona que se acercaba desde el otro lado de la calle y seguí mi camino hacia el auto sin prestarle mucha atención. Pero no tenía tan buena suerte.

—Hola, prin...

Casi me da una tortícolis por lo rápido que volteé hacia el individuo que se atrevía a dirigirme la palabra. Mi desagrado debió reflejarse en mi rostro, porque el había cortado la tontería que estaba por soltarme.

—Waw, si que puedes dar miedo cuando te lo propones.

Ser vecina de un ex con el que terminaste en pésimas condiciones no es nada agradable.

—Pa, ¿me ayudas aquí, por favor?

Mi papá volteó a verme desde maletero y sus ojos fueron hacia Gregory para luego volver a verme y acercarse a donde estaba.

—¿Todo en orden aquí?

—Buenos días, Señor Jones.

Casi sonrió por lo tenso que se veía el chico frente a mí.

—No te preocupes pa. ¿Me ayudas con esto? —mi papá tomó la maleta de mi mano y volvió a irse.

—Considerando todo ese equipaje, te vas por un buen tiempo, ¿no?

Miré al chico frente a mí unos segundos. Le golpearía su carota de sin vergüenza, pero eso arruinaría mi hermosa manicura. Además, tampoco sabía cómo dar un buen puñetazo. Lo más probable es que me terminara rompiendo algún que otro dedo.

Pero ese no es el punto.

—Si, me voy y ya se me está haciendo tarde. —En realidad no, pero no quería seguir viéndole la cara. —Así que, adiós.

—Espera, princesa...

Me detuve a medio camino de donde estaba el auto, en el cual mi mamá ocupaba el asiento del copiloto, pero podía ver su cara asomarse para ver lo que estaba pasando. Mi papá estaba parado fuera, apoyado de la puerta de atrás.

Reuní la poca paciencia que me quedaba y me di la vuelta levantando una mano para que no continuara.

—¿Eres tonto o te haces? —su cara de confusión solo lo empeoró. —Hace tres meses que tú y yo no somos nada. Terminamos, se acabó. Así que, hazme el favor y me llamas por mi nombre.

—Pero, prin... Lily, ya te pedí perdón mil veces. ¿Qué más quieres que haga?

Esto es el colmo.

—Definitivamente no te haces, eres un reverendo idiota. —Me puse las manos en las caderas. —Trata de recordar quién falló aquí y ten un poco de vergüenza. Yo ya no quiero nada que ver contigo. No te creo nada y no confío en ti. Que me pidas perdón es asunto tuyo, lo que yo haga con eso ya es asunto mío.

—Soy humano, puedo cometer errores, Lily...

—Si serás descarado. —Me estaba riendo, pero no porque me pareciera graciosa la situación, pero no dejaba de ser irónico. —No me hagas perder más mi tiempo, ahora eres libre para seguir haciendo lo que hacías cuando estabas conmigo. A mí ya déjame en paz, qué tan rápido como me fallaste yo me olvidé de ti. Bye.

Volteé para tomar mi maleta del suelo e irme como toda una diosa, pero recordé que ya mi papá se la había llevado. Un poquito arruinada mi salida triunfal, pero aún así me fui con la frente en alto.

Le sonreí a mis papás, que me miraban atentos cuando llegué al auto, no quería que se preocuparan.

—¿Nos vamos?

Hasta que el verano nos vuelva a juntar Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz