Capítulo 61: Momento

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—Esto está buenísimo, Levi. No sabía que eras tan bueno en la cocina. —Julie le levantó el pulgar a Levi.

—Yo le enseñé todo lo que sabe. —Anthony interfirió, muy digno.

—No le robes el crédito a Yaya. —Levi sonó muy casual, pero la mención de la abuela los pinchó a todos.

—Pero está pasta te la enseñé yo.

Levi se encogió de hombros y siguió comiendo.

—Yo no sé freír ni agua. —Lo sabía y no me avergonzaba.

—¿Qué dices? Si ya sabes hacer mis muffins especiales y todo.

Asentí ante la intervención de Julie.

—Cierto, casi lo olvidaba.

—Tranquila, Lily. Levi te enseñará.

Levi levantó la cabeza y miró a Anthony.

—Es que contigo aprende rápido. —Lo secundó Julie. —Ahora se la pasa surfeando todo el tiempo.

—No le den todo el crédito a él. Yo practico mucho.

—Tuve que batallar mucho para que practicaras al principio, pero tampoco lo hiciste tan mal. —Me guiñó y siguió comiendo. 

Este chico si que disfrutaba la comida.

Al terminar de comer, recogimos los platos y Anthony dijo que le tocaba lavarlos y Julie se ofreció a ayudarlo. Levi y yo salimos al balcón, apoyados de la barandilla.

Empezaba a oscurecer, así que la vista era preciosa.

—Así que, estabas preocupada por mí.

Mis ojos fueron al chico a mi lado, quien me miraba muy relajado.

—Tenías mucho sin ir a Aqua. Y a pesar de que Anthony nos decía que no nos preocupáramos, no pude evitarlo. —Me encogí de hombros —No sabía nada de ti, y después de... de lo que pasó, es normal que me preocupe.

Me miraba muy fijo y estaba haciendo que se me mezclaran las ideas.

—Te voy a extrañar tanto.

Parpadeé por su cambio repentino de tema, pero lo que dijo capto más mi atención.

—No me voy todavía.

Levi no habló de inmediato y supe que había algo más.

—¿Pasó algo más? —Pregunté, pero algo en mí no quería saber la respuesta.

Él suspiró y se giró del todo hacia mi, apoyando solo un brazo en la baranda.

—La razón por la que no he podido aparecer por allá es porque estaba planeando todo lo del viaje.

—¿Viaje? —Me enderecé. Quedando de frente a él.

—Recibí una llamada hace unos días. Era de parte de mi madre.

Oh.

—¿Ella está bien?

—Está muy enferma, al parecer. Quien habló conmigo fue su ahora esposo.

Oh.

—¿Ella quiere verte, entonces?

Él asintió.

—En un principio no quería ir, estaba ya abrumando con la muerte de Yaya, no quería nada que ver con ellos. Pero me estuvo atormentado por días, creo que es un capítulo que aún no cierro del todo. Y necesito hacerlo. Además de que, al parecer es algo muy grave así que, no sé si se mejore.

No sabia que decir, así que solo di dos pasos y lo abracé. Había algo dentro de mí, algo muy egoísta que gritaba que le pidiera que no se fuera, pero sabía que era la última persona que podía pedirle algo así. Además de que era algo que él necesitaba hacer. Aunque esa mujer no lo merecía en lo absoluto.

—¿Vas a irte por mucho tiempo? —Pregunté mientras rompía el abrazo.

Levi negó lentamente, mientras quitaba sus manos de cintura, luego las sentí en mis mejillas.

—No más de tres días. —Su pulgar se deslizó por mi mejilla y fue ahí que me percaté de que una lagrima se me había escapado.

Quise bajar la cabeza para que no me viera llorar por eso, pero él me mantuvo en el mismo lugar.

—Estás muy llorona últimamente. —Sonrió.

—Lo dice quien lloró sobre mis piernas como bebé.

—Touché.

Esta vez fue mi turno de verlo directo a los ojos, sentía que debía mirarlo por esos días que no estaría, y por el miedo a no volverlo a ver.

Él se inclinó un poco y pegó sus labios a mi frente, haciéndome cerrar los ojos en el acto. Mi corazón dió un pequeño vuelco cuando lo sentí besar la punta de mi nariz. Mis ojos se abrieron, él me estaba observando como yo lo hice un momento atrás y se detuvieron por unos segundos en un lugar. Mis labios se secaron, pero no hice nada. Estaba paralizada.

—Voy a volver. Lo prometo.

Hasta que el verano nos vuelva a juntar Where stories live. Discover now