Capítulo 48: Charla en el auto

16 3 0
                                    





Mi prima se había puesto más que bonita para su cita con Anthony. Amaba el vestido azul cielo que se se puso, tenía los hombros caídos, por lo que se había llevado un cárdigan blanco con flores azules en caso de que empezara a hacer frío.

Estaba preciosa.

Después de que Anthony la pasó a buscar y se fueron, mi tía se puso manos a la obra con los bocadillos que iba a empezar a preparar con la ayuda de su asistente Jimmy.

—Váyanse. Que Mia va a llegar en un rato y todo debe estar aquí para que empiece con la decoración. —Nos había dicho ella.

Levi y yo nos fuimos en su auto. Era la primera vez que estábamos solos en un espacio tan reducido y era la primera vez que lo veía conducir.

—¿Queda lejos la tienda? —Le pregunté, mirando sus manos en el volante, tenía un reloj y un anillo en la mano izquierda. Tenía manos de atractivas

—No mucho, pero tenemos que hacerlo rápido. —Contestó él y me miró de reojo cuando me reí sin avistarlo. —¿Porqué te ríes?

—No, por nada. Solo recordé algo. —Que Dios me perdonara y limpiara mi mente. —¿Crees que consigamos todo en un solo lugar?

Él asintió, si quitar los ojos del camino.

—Ahí hay de todo.

—Oki. —Me acomodé en mi asiento. —¿Cómo crees que les esté yendo a los chicos en su cita?

Él sonrió y se acomodó el cabello.

Bendito el trauma que le hizo dejárselo crecer.

Perdóname, Diosito.

—Les irá bien. Esto es algo que ellos necesitaban. Supongo que será un paso adelante para su futura relación.

—Yo solo espero que no salgan lastimados. —Me miré las uñas. Tenías que ir a arreglármelas pronto, se me había partido una practicando en la tabla. Había dolido como el infierno. Ahora me las cortaré para evitar más insistentes desafortunados.

—A veces salir lastimados es parte del proceso. Yo creo qué hay que arriesgarse sin pensar mucho en eso. —Se detuvo en un semáforo.

—No encuentro la razón de arriesgarse si todo al final va a ser un fiasco. —Había pasado por dos relaciones y si hubiera sabido que uno me dejaría porque ya no sentía lo mismo y el otro me pegaría los cuernos con una "amiga", hubiera preferido quedarme sola de por vida.

—Normalmente cuando empiezas una relación con alguien no esperas que todo al final sea un fiasco —dijo él, volteando hacia donde mi. —Así que, si la persona te gusta lo suficiente terminarás lanzándote sin paracaídas, y puede que eso signifique caer sobre un suelo acolchado o sobre el duro concreto.

—Eso es horrible.

—No mientras caes.

Mis ojos se perdieron en los de él por un momento, pero él rompió el contacto antes, aún así seguía mirando mi rostro. Y luego acercó su mano a mi rostro, desviándolo al último instante para quitar algo de mi pelo y soplarlo.

—No sueles ser pesimista en general. —dijo, mientras volvía a conducir. —¿Tan mal te fue en tu relación pasada?

—Digamos que los chicos con los que he estados se aburren rápido de los compromisos.

Hasta que el verano nos vuelva a juntar Where stories live. Discover now