Hasta que el verano nos vuelva a juntar

Capítulo 28: La lasaña

El día siguiente fue más tranquilo. Me levanté un poco más tarde que el día anterior, cosa que agradecí, ya que había perdido muchas horas de sueño desde que llegué. 

Cuando bajé a la cocina, Julie estaba desayunando con Jimmy, tía Su se había ido a su turno matutino de todos los sábados, y Bryan estaba muerto, por lo que me dijo Julie.

—Llegó muy tarde. No se levantará hasta medio día.

Me uní al desayuno, que constaba de pan tostado, huevos revueltos y jugo de naranja.

Jimmy terminó antes y se fue a alistar para sus clases. Esta mañana Julie no lo acompañaría, ya que iría conmigo, en la tarde a mi primera clase de surf.

—Gracias. —había dicho el pequeño Jimmy, cuando Julie le dijo que iría solo está mañana. Sabía lo cerca y seguro que era Playa Aqua, así que no me sorprendía que se moviera solo por ahí. Era algo que hacíamos mucho de pequeños.

Así que estuvimos haciendo cosas en la casa, hasta que dieron las once y fuimos a la escuela a inscribirme.

La escuela de surf no quedaba muy lejos de Surfos y se llamaba tal cual, solo que está tenía "Escuela de surf" escriba debajo.

Era de dos pisos, pero nosotras sólo fuimos a recepción. Una chica detrás del mostrador nos atendió y tomó mis datos.

—Estarás en el programa de verano, entonces. —Me dijo, mientas tecleaba en la computadora que tenía delante.

Yo miré a Julie, ya que no tenía idea de nada.

—Así es. —Ella asintió. —El programa de verano es especialmente para personas que están de vacaciones. Es más corto que el programa normal. Son solo dos meses.

Asentí entendiendo.

Al terminar, nos regresamos a casa, pero antes pasamos a saludar a Anthony, que estaba terminando su clase con los niños, así que regresamos a casa con Jimmy.

Al pasar por Surfos vimos a Levi y me preguntó si ya me había inscrito y quedando en qué nos veríamos más tarde, y nos marchamos.

Llegamos a casa y Jimmy subió a su habitación. Escuchamos ruido en la cocina y fuimos a ver quien era, ya que mi tía no regresaba hasta las dos de la tarde.

—¿Estás intentado prender fuego a la casa? —Le dije a Bryan cuando entramos a la cocina y nos topamos con que estaba cocinado, con mandil puesto y todo. 

—Ser bueno en la cocina es otra de las cosas que me hacen tan perfecto. —Bryan abrió el horno y sacó una fuente de cristal. —Lasaña a la Bryan. Mi especialidad.

Se veía muy bien, la verdad.

—Es lo que mejor le sale, así que siempre que cocina hace lo mismo. —Julie fue al fregadero a lavarse las manos y yo la seguí. —Pero no nos quejamos en lo absoluto.

—Obvio no, porque es una delicia. —Contestó él.

Cuando terminamos, Bryan ya había puesto la lasaña sobre la mesa.

—Traigan los platos. —Ordenó. —Yo hice la comida, una que ponga la mesa y la otra lava los platos. Hacemos el equipo perfecto. —Sonrió y nos hizo gesto con la mano para que nos apuremos.

Julie puso los ojos en blanco. Yo solo me reí.

Luego de poner la mesa, llamamos a Jimmy y nos pusimos a comer, guardando un poco para tia Su.