Capítulo 12: Julie

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—Entonces tenemos que irnos ya. Mamá me va a colgar.

Julie me tomó de la mano y yo bajé del asiento de un salto, casi chocando de frente con el chico que estaba al lado de ella. Al que me había presentado ya como Anthony, compañero y mejor amigo Levi, tanto en Surfus como en la escuela de Surf.

Me despedí de ambos con la mano. Anthony se acomodó los lentes en el rostro y se despidió con una sonrisa. Aunque todo el rato estuvo mirando a Julie.

Hay amor en el aire.

Levi, que se estaba atando el pelo otra vez se despidió de mí con un guiño.

¿Cómo podía hacerlo así de bien? Yo siempre he querido guiñar sin que se me cierre el otro ojo o parecer que tengo un tic extraño.

—¿Anthony es tu novio? —Le pregunté a Julie, que me llevaba casi arrastrando por la playa, provocando que más arena se me metiera en entre los dedos.

Ella volteó a mirarme y estaba como un tomate.

Mi prima era una copia de mi difunto tío John. Su pelo era de un castaño muy claro y tenía el rostro más adorable que había visto, con pecas que decoraban su nariz y bajo sus ojos. Además de que cuando sonreía, sus hoyuelos aparecían completando perfectamente el paquete. Julie era preciosa.

—¿Qué dices? Claro que no. —Volvió a mirar al frente.

Yo camine un poco más rápido, para estar a su lado y que no me estuviera arrastrando.

—Pero te gusta —dije, sonriendo al ver que mirada a todas partes menos a mí. —Parece un chico simpático.

—Es precioso, muy inteligente y respetuoso. Además, es muy bueno en el surf. Se ofreció a enseñarme, pero esas cosas me dan miedo. Pero es tan lindo y reservado, también le gustan los gatos y le gustan mis cupcakes y...—Me soltó la mano y se llevó las suyas a la boca, no se si por caer en cuenta de lo mucho que había dicho o solo para callarse.

Yo estaba apretando los labios para no reírme.

—Ay, chica. Estás perdida. —Seguí caminando.

—No se lo cuentes a nadie, porfis.

—No será necesario —dije bajito.

—¿Qué dijiste? —Ella estaba a mi lado con cara de querer llorar.

—Quita esa cara. No tienes nada de que preocuparte.

Ella me rodeo el hombro con su brazo, luciendo más relajada.

Hasta que el verano nos vuelva a juntar Where stories live. Discover now