Capitulo 24: Coqueteo y Confusiones

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Luego de las presentaciones. En las que supe que las chicas eran Ámbar y Bella. Dos amigas y ex compañeras de mi prima. El chico, de nombre Lucas, en cambio era universitario.

—Entonces, Lily, ¿vas a vivir acá? —dijo la chica de pelo corto de un color azul eléctrico. No recordaba si era Ámbar o Bella.

—No, solo para las vacaciones. —Contesté. —Es como una vieja costumbre.

—Pero, es la primera vez que te veo por acá. Conozco a estos chicos hace años y estoy seguro de que recodaría ese rostro. —Miré al chico, llevaba rato viéndome sin nada de disimulo.

—Solía venir cuando era pequeña.

—Que mal que dejarás la costumbre. Te habría conocido hace tiempo. —Ignoré el tonito en que dijo eso.

—No te las vengas a dar en don Juan aquí. —La otra chica, que casi no había hablado intervino dándole un pequeño empujón.

—¿Porqué no? ¿Tienes novio? —dijo con una sonrisita sugerente, pero lanzó una mirada a mi lado unos segundos y sus ojos se abrieron sorprendidos—¿Ustedes dos están justos?

Volteé hacia donde él señalaba, que no era otro que Levi. Este tenía una expresión que no decía nada. Podría decir que se veía hasta serio. Estaba mirando a Lucas, pero en cuando volteé él movió sus ojos hacia mí y sonrió.

—No somos novios. —Contesté mirando a Lucas. —Pero el hecho de que esté soltera no significa que tengas alguna oportunidad. —Lo detuve a mitad de lo que sea que iba a decir.

Todos alrededor empezaron a reírse y molestarlo.

—Todas se hacen las difíciles. —dijo, pero también se estaba riendo. Así que me relajé al ver que el ambiente no se había tornado incómodo.

Sentí que algo tembló a mi lado, al voltear vi a Levi, tenía las manos entre los muslos otra vez.

—Te estás muriendo del frío. —No sé porque estaba sonriendo, pero es que se veía algo tierno.

—La noche esta fresca, no es que me esté muriendo de frío.

Puse los ojos en blanco. Solo trataba de hacerse el duro, pero no me extrañaba que tuviera tanto frío, esa camiseta de cuello en pico no podía mantener sus brazos calientes ni en sueño.

—Vamos a acercarnos a la fogata. —Me puse en pie cuando abrió la boca para refutar. —Muévete, que no voy a tenerte temblando de frío a mi lado.

El parpadeó sorprendido.

—Yo no... —Me crucé de brazos a espera de la mentira que iba a soltar. —Solo fue un leve escalofrío —dijo más bajito.

—Si. Lo que tú digas, pero nos vamos.

Él se levantó también.

—Vamos a acercarnos a la fogata. Ya me está empezando a dar frío. —dije hacia los chicos. —¿Vienen?

Anthony y Julie se miraron.

—Si, vamos.

Miré a los demás chicos.

—Adelántese. Los alcanzamos en un rato.

Nos despedimos y empezamos a bajar. Y no soy una persona torpe, pero bajar por estas rocas, de noche, era todo un reto, así que cuando sentí que uno de mis pies se deslizó sobre una, me vi sin cuello por unos segundos, pero logré estabilizarme a tiempo.

—Dame la mano. —Miré la mano que Levi me ofrecía. Iba delante de mí, así que no vio cuando me resbalé, pero me delaté con el pequeño gritito que se me había escapado.

—Puedo sola, no te preo...

—Si, lo que tú digas. — Repitió le dije hace un rato. —Dame la mano, Lilisent, así me quedó más tranquilo.

Hasta que el verano nos vuelva a juntar Where stories live. Discover now