Capítulo 16: Cabello

36 4 0
                                    




—¡Espéranos, Jimmy! Vas muy rápido.

Si él escuchó lo que dijo su hermana no hizo el más mínimo gesto de disminuir el paso.

—Está molesto —dije lo obvio. —Tardaste demasiado en bajar.

Note que sus pecas se notaban menos y sus labios brillaban un poco más. Se había maquillado. Además de que le había hecho unas trenzas muy bonitas en el pelo.

—No fue tanto tiempo. —Movió la mano, restando importancia a la media hora de retraso que llevábamos, O que llevaba Jimmy, ya que las clases eran de él.

—Y yo que pensaba que tardaba mucho arreglándome —Quité la trenza de mi hombro y dejándola caer sobre mi espalda.

—¿Te gustó la trenza que te hice? —Ignoró mi comentario y volvió a preguntar sobre el peinado del que estaba tan orgullosa.

—Me encanta. —Admití. —Tienes que enseñarme a hacerla, para cuando me vaya.

Ella se puso un dedo en la barbilla, pensado algo.

—Entonces, no te lo enseñaré este verano. —dijo sonriendo, mientras pasábamos el área de Voleibol, que ya tenía gente juntando, solo que no había público como ayer.

—¿Porqué no?

—Para que así tengas que volver.

Eso mi hizo sonreír.

—Estás loca. —Le dije.

Llegamos a Surfos y había un grupo reunido justo en frente del local. Específicamente, un grupo de niños, incluyendo a Jimmy y al frente estaba Anthony hablando con ellos.

—Nos vamos a mover a esa zona de allá. —Anthony les señaló hacia la izquierda y los niños miraron a donde él les indicó y salieron corriendo. —Chicos, con cuidado. —Él suspiró, acomodándose los lentes y percatándose de nosotras. —Buenos días, chicas.

—Esos niños van a enloquecerte. —Comentó Julie acercándose dónde él estaba. —¿Eso que veo ahí es una cana?

Tuve que contener la risa cuando mi prima encontró la excusa perfecta para tocarle el pelo a un Anthony que sonría tímido, pero de lo más cómodo.

Yo sobraba aquí, así que entré a la tienda y los dejé entre risitas a mis espaldas.

Me acerqué al mostrador y pensé que no había gente otra vez, pero me pegué tremendo salto cuando alguien se me sentó al lado de repente.

—Lo siento, no era mi intención asustarte. —La sonrisa en su cara mostraba todo menos arrepentimiento.

—Levi, por Dios. Casi haces que me dé algo. —Bajé la mano de mi pecho y suspiré.

—Tan asustadiza como siempre. —Me dió un toque en la nariz y se bajó del asiento para pasar al otro lado del mostrador de un salto.

—Lily... —Volteé hacia la voz de mi prima. —Vengo en un rato, voy a ayudar a Anthony con algo de la clase, ¿si?

Yo entrecerré los ojos hacia ella, pero mi sonrisa malisiosa estaba ahí.

—Okay, pórtate bien. —La despedí levantando la mano y moviendo los dedos.

—Tu cabello creció bastante. —Levi se estaba moviendo por la tienda haciendo sus cosas. Luego se acercó al mostrador.

—Así es, y me gusta largo —dije, mientas tomaba la trenza y la dejaba caer por mis hombros y bajar hasta la altura de mi barriga. —Yo misma corto las puntas, así que nunca me paso.

—Debe ser complicado mantenerlo sano. —Se apoyó del mostrador, volteándose la gorra hacia atrás.

—Lo es, pero, uno se acostumbra. Además, veo que tú también lo tienes largo. —Señalé su cabeza, aunque ahora mismo no podía ver del todo su cabello.

—Estoy pensando en cortarlo —dijo, mientras hacía ese gesto de arrugar la nariz, pero era un movimiento tan sutil que si no lo estás mirando fijo te lo pierdes fácilmente. —Hace que me dé más calor.

—No deberías. —Solté.

El me miró con algo de confusión.

—¿No debería cortarlo? —Tuve que asentir. —¿Porqué no?

Porque te ves muy guapo así.

—Te sienta tener el pelo largo. —Me acomodé en el asiento.

—¿Te parece? —Ahora sonreía.

—Ajá. —Asentí, restándole importancia. —Si te incomoda mucho, pues es tu decisión córtalo o no, pero en mi humilde opinión, deberías mantenerlo así.

El asintió varias veces.

—Lo voy a considerar.

Hasta que el verano nos vuelva a juntar Onde as histórias ganham vida. Descobre agora