Capítulo 11: Levi

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—Estás sudada.

Eso no era lo que esperaba que me dejara, pero no mentía.

—Lo estoy. Es que hace mucho calor. —La diferencia climática me estaba dando en la madre. — Tú estás mojado. —Miré su su cabello, que a pesar de estar hacia atrás, gotitas de agua le corrían por el rostro.

El asintió y arrugó un poco la nariz.

Aún hacia eso.

—Estaba en clases de surf. —dijo mientras se llevaba la mano atrás de la cabeza y lo que parecía como si su cabello estuviera peinado hacia atrás en realidad era una coleta.

—¿Estás tomando clases de surf? —le pregunté, volviendo a mover los dedos al sentir arena entre ellos todavía.

—No, las doy. —Tomó la toalla que descansaba en sus hombros. —¿Me ayudas? —dijo extendiéndola hacia mí.

Yo lo miré y miré la toalla en sus manos. El ruido a mi espalda era mucho, desde los gritos de las personas que jugaban u observaban algún deporte, o los niños que corrían de aquí para allá, el sonido del agua, hasta la música que había por acá o por allá.

Pero ahora mismo se escuchaban distantes.

Tomé la toalla de sus manos, no muy segura y él apoyó los brazos en él mostrados y se inclinó hacia mí, dejando su cabeza a mi alcance.

Yo tomé la toalla se la arrojé sobre la cabeza, cubriéndole toda la cara y parte de los hombros en el proceso. El pequeño temblor en estos me hizo adivinar que se estaba riendo.

—¿Cuando llegaste?

—Hoy mismo. —Moví mis manos sin ejercer mucha fuerza sobre su cabeza.

—Vi a Julie hace poco y no me dijo nada.

¡Julie¡ Cierto.

Deslicé la toalla hacia atrás, dejando su rostro a la vista. Él abrió los ojos y me miró. Sus ojos siempre han sido del marrón más bonito que he visto. Especialmente cuando la luz se refleja en ellos.

—¿Donde la viste? —dije terminado de apartar del todo la toalla.

Él movió un poco la cabeza al enderezarse y el pelo le calló hasta casi tocarle los hombros.

Me pregunto qué productos usará para el cabello.

—Estaba con Anthony...—Miró atrás de mí. —Oh, ahí vienen.

Miré sobre mis hombros y si, ahí estaba mi prima Julie acompañada de un chico que llevaba un traje parecido al que tenía Levi. Supongo que eran trajes de surf.

Mi prima estaba tan concentrada en algo que él le mostraba en el movil, que llegaron hasta donde estábamos y ni me había notado.

—Oye, Levi. No vas a creer lo que me mostró... —Fue solo voltear hacia mí y su boca se quedó abierta, pero ninguna palabra salía de ella. Fue muy gracioso.

El grito que le siguió a eso sí que no fue nada gracioso. Casi me deja sorda.

—¡Lily! —No pude evitar reírme cuando prácticamente me salto encima, casi tirándome de la silla. —No puede ser que estés aquí.

Hasta que el verano nos vuelva a juntar Where stories live. Discover now