Hasta que el verano nos vuelva a juntar

Capítulo 51: ¡Sorpresa!

—¡Todos a sus lugares, que ya están llegando! —Mi tía aplaudía nerviosa.

El lugar estaba muy bonito, Mia era muy buena decorando. El salón de la casa parecía otro, los arreglos de globos en forma de flor eran hermosos, ademas de que la mesa donde estaba el pastel estaba precioso, y el pastel estaba hecho con un libro encima, tenía toda la esencia de Julie, y toda esa área estaba decorada para que las fotos se tomaran ahí. Estaba muy lindo todo.

—¡Apaguen las luces y agáchense todos!

Me acerqué a ella.

—Tranquila, tia. Todo está bien. —Le froté los brazos y le sonreí para que se tranquilizara. Ella suspiró y asintió.

—Muchas gracias por todo, chicos. —Nos dijo a todos.

Luego de eso las luces se apagaron y todos nos agachamos en algún lugar de la sala, ya que, por las ventanas se cristal la luces de afuera penetraban en el lugar. Muchos estábamos con los teléfonos en mano para capturar el momento.

Cuando escuchamos risas y la puerta abrirse, las luces se encendieron, confeti voló sobre Julie y Anthony y todos nos paramos y gritamos:

—¡Solpresa!

Julie brincó del susto y se abrazó a Anthony para luego volver a mirar al frente y darse cuenta de lo que estaba pasando.

—¡Ay, Dios mío! —dijo, cubriéndose la boca y dando saltitos de alegría.

Todos los acercamos a felicitarla entre abrazos. Para ese entonces ella ya estaba llorando a mares.

Luego de eso se puso música, y comimos, festejamos, le entregamos muchísimos obsequios a Julie y ella lucia muy feliz. Tampoco se me escaparon las miraditas y sonrisas entre ella y Anthony.

En algún momento de la fiesta yo me fui a la cocina a tomar algo de agua. Ahí, frente a la nevera estaba Levi tomando agua de una botella.

—Me pasas una, por favor.

Él se espantó de la manera más linda que habia visto, arrojándose parte del agua en la cara y salpicándose la ropa.

—¿Eso que escuché fue una palabrota? —No podía evitar reírme, aún así me acerqué y que quité la botella de agua de la mano.

—Casi haces que me beba el agua por la nariz. —dijo, acudiéndose la camisa que le había salpicado algo de agua.

—Lo siento. No sabía que te concentraras tanto para tomar agua. —Me llevé la botella que le había quitado y tomé del agua.

—Te estás bebiendo mis babas —dijo para molestarme.

La verdad es que lo había hecho inconsistentemente, pero ya que, no es como si me molestara, así que...