Parte 34

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Mi amigo prestó su hombro para que yo pudiera desahogarme,

- Ya te mojé la playera.

- Deja las lágrimas, me preocupa más el contenido de tu nariz.- llevé mis manos a ella.- es broma, no salió nada, lo bueno es que ya te desahogaste.

- Muchas gracias por venir y por entender, no era necesario que renunciaras.

- Ah no espera, si crees que renuncié por ti estás mal, lo hice porque no iba a soportar ver su cara todos los días, no te creas tan importante.- los dos echamos a reír.- invita algo para celebrar.

- Si claro.

Me pare de mi lugar, tomé una botella de vino y dos copas, regresé a dónde estaba Mickey, hablaba por teléfono.

- Si pero no creo que pueda verte hoy.- mencionó en la bocina.

-¿Quién es?.- pregunté en un susurró.

- Es Miriam.- respondio de igual forma.

- No te preocupes ve con ella.- él negó con la cabeza.- o que venga a celebrar con nosotros.

Él sonrió y le explicó un poco la situación, al parecer ella entendió y dijo que llegaría en un rato.

- No quiero causar problemas.- mencione al servir el vino.

- No me digas eso, tú no causas nada, es más ni siquiera hay un problema, Miriam siempre es comprensiva y relajada, tranquila.

Después de unos minutos la novia de mi amigo llegó, venía de su larga jornada de trabajo, el salió de la casa para recibirla.

Al entrar se sorprendió de ver las copas de vino, más una vacía que esperaba para ella.

- Hola Faty.- beso mi mejilla.

- Hola bonita ¿Cómo estás?.

- Súper cansada.- se dejó caer en el sillón.- ¿Qué celebran?.

- Que apartir de hoy somos ninis.- respondió Mickey dándole la copa llena.

- ¿Cómo?.- cuestionó tomándola.

- Si.- asegure.- renunciamos, ya sabes ambiente laboral tóxico, más vale nuestra salud mental.

- Quién como usted, yo muero de ganas por hacer lo mismo.

- Hazlo.- aseguró Mickey.- Yo siempre te voy a apoyar.

Él tomó su mano y la beso, ella sonrió dejándome ver que estaba perdidamente enamorada de mi amigo y yo simplemente tenía envidia, si envidia, pero de la buena. Daría lo que fuera por tener a Ovidio junto a mí, por poder verlo cada vez que se me antojara un beso de sus labios, una caricia o algo más.

- Anímate, nos tenemos una vacante en el club.- reí.

- No me tienen por favor.

Después de tratar de convencerla no daba su brazo a torcer, utilizamos todos nuestros argumentos, hasta que sembramos la duda en ella.

-Es nuestra oportunidad, todos sabemos hacer muy bien nuestro trabajo.- mencionó Miriam.- podemos hacer algo juntos.

- ¿Qué se te ocurre?.- preguntó Mickey tomando su mano

- Un spa o clínica, no sé como llamarlo, un lugar en dónde puedas ir arreglar tu sonrisa, a cuidar tu aliento o por un masaje, podemos implementar tratamientos cosméticos, que se yo.

- Me gusta, encontrar todo en un sólo lugar.

- Yo no tengo mucho dinero pero puedo pedir un préstamo en el banco.- dijo Miriam emocionada.

Libertad- OGL 👑🐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora