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Cómo se lo había prometido a mi papá, la mañana siguiente Enrique  condujo detrás de mi hasta llegar a la ciudad de Puebla.

Por instantes recordé cuándo Tello hacía lo mismo para cuidarme, un piquetito estrujó mi corazón.

Al llegar a la entrada de la privada en dónde vivía, hice sonar el claxón en forma de agradecimiento, entre y Enrique siguió su camino.

Estacione y entré a casa, saque todo de la maleta y me di un baño, al entrar al closet mire la caja amarilla con color café en dónde guardaba el celular que Ovidio me había dado.

Estiré mi cuerpo para poder llegar a ella, tenía curiosidad por saber si él me había escrito algo o me había llamado, pero a centímetros de tocarla me detuve, Fátima y Ovidio no había salido nada bien.

Di marcha atrás y me fui a la cama, nuevamente no  podía dormir, al cerrar los ojos lo primero que veía era su rostro, opté por tomar una pastilla para poder dormir.

La mañana siguiente me levanté, no muy feliz pero con la seguridad de querer salir adelante.

Me arregle y fui directo al spa, a demás de revisar todo los aspectos financieros ya había retomado las consultas de nutrición. Dos pacientes después tomé un descanso, y fuí a la cafetería que estaba cerca por algo fuerte que me ayudara a estar alerta.

-Buenos días, un expreso por favor.

- Fátima.- escuché detrás de mi.

-Hola.- miré su rostro fijamente.- ¿Cómo estás?.

-Bien, el viaje fue pesado pero pude descansar a noche ¿Y tú?.

- También descanse, termine agotada y caí rendida.- reí nerviosa por la mentira.

-¿Ya pediste?.-cuestiono Enrique.

-Si, están por darme la orden.

-Ya veo, ¿Tienes cinco minutos para platicar?.

-Claro.- me arrepentí al instante.

Nos sentamos en una de las mesas del fondo, él educadamente me ayudó a acomodar la silla y unos minutos después el mesero nos entrego nuestra orden.

-¿Expreso?.- cuestionó.

-Si, aún me siento un poco adormilada y tengo consultas pendientes, no quiero ser grosera pero agradecería que habláramos lo más rápido posible.

- Entiendo, no pretendo quitarte tiempo, sólo me gustaría saber si ¿Podríamos salir algún día?, me gustaría volver a intentar algo contigo.

-Enrique yo, bueno ya lo sabes, yo tuve una relación cuando terminamos y ya tuve una hija.

-Pero eso no me importa Fátima, no puedo juzgarte, yo también comiti errores que te orillaron a eso.

-No te equivoques, mi hija no fue un error.

-Disculpa, no me refería a eso.- lo interrumpí.

- En estos momentos sólo puedo ofrecerte mi amistad, no tengo planes de tener una relación.

- Con eso me conformo.- sonrió.- ¿Podemos salir a comer por la tarde?.

-Lo lamento pero tengo pendientes y saldré muy tarde del trabajo, otro día quizás.- tomé mi bebida y me levanté de la mesa.- que estés bien.

-Espera.- él me tomó la mano.- esté es mi número, por si necesitas llamarme.

-Gracias.- lo tomé, sin ver el papel lo lleve a la bolsa de mi chaqueta.- cuídate.

Libertad- OGL 👑🐭Where stories live. Discover now