Parte 18

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Samantha, Mickey y yo habíamos decidido juntarnos para tomar unos tragos después del trabajo, algo tranquilo, sólo para platicar y pasar un rato agradable.

El ambiente en lugar era tranquilo, la música tenía el volumen adecuado para permitirnos hablar y no perdernos de la melodía.

-¿Y?.- cuestionó Mickey cuándo Samantha fue al sanitario.

- ¿Qué?.- fingiendo no entender.

- Ya dime ¿Por qué faltaste a trabajar ayer y regresas hoy muy contenta?

- Todo se arregló.- dije feliz.

- Me da mucho gusto, no me agradaba verte triste, te lo mereces el amor todo lo puede.

- Wow ¿Quién lo diría? él rompe corazones hablando de amor.

- Dejaré que te burles, en unos meses estarás igual.

- O peor.- asegure, lo que provocó que él soltará una carcajada.

- ¿De qué hablan?.- cuestionó Sam volviendo del sanitario.

- De lo mal que sabe esté trago.- respondió Mickey.

- Te dije que no era momento de experimentar.- dijo un tanto molesta.- pueden ponerse serios por favor, necesitamos pensar en el proyecto de los comedores.

- Sam relájate.- expresé con fastidio.

- ¿Qué me relaje? Parece que no has revisado tu correo electrónico.- agache la mirada tratando de no reír.- la delegación del DIF está pidiendo que tengamos todo preparado para recibir las supervisiones necesarias para que nos otorguen el distintivo H, pero claro como te da igual, decides faltar a trabajar y por si fuera poco no envias información para continuar con el proyecto de los comedores.

Sentía mi sangre hervir, podía observar cómo las personas que se encontraban sentadas en las mesas cercanas comenzaban a prestar atención a la conversación.

- Baja tu tono de voz, por sino te diste cuenta estamos en un lugar público e incomodas a las demás personas.- rodo los ojos.- si recibiste la información que pedías para el proyecto, deja de tratar de tenerme bajo control, yo me haré cargo de todo lo relacionado con el distintivo H, deja de preocuparte por eso.

Hice una señal al mesero que se encontraba cerca, rápidamente se acercó a nuestra mesa.

- ¿Digame señorita?.

- Me puede traer un shot de tequila por favor.

- Claro, en un momento.

En la mesa se tornó un ambiente incómodo, se podía sentir la tensión, el mesero dejó frente a mí el shot de tequila y pequeño plato con una rodaja de limón acompañada de sal.

- Toma.- lo extendi frente a Samanta.- espero que esto te ayude a relajarte, porque estás acabando con mi paciencia, ya no te soporto.

De mi bolso tomé mi cartera dejé unos billetes sobre la mesa.

- Fátima no te vayas.- musito Mickey apenado.

-¿Sabes? hoy estoy de muy buen humor y no voy a permitir que nada lo cambie, no tengo problemas contigo Mickey.- dirigi mi vista hacia ella.- el día que Samantha decida cambiar su actitud y dejar de ser una lunática podremos compartir nuevamente una mesa, de lo contrario sólo nos enfocaremos a hablar cosas de trabajo.

Coloqué mi bolso sobre mi hombro y salí del bar, no tenía humor para soportar sus tonterías, los últimos dos días habían sido de los mejores de mi vida y no quería arruinarlo.

Por el retrovisor vi cómo Tello me seguía, era algo a lo que me costaría acostumbrarme, al menos era discreto para cuidarme.

¿Ya estás en casa?

Libertad- OGL 👑🐭Where stories live. Discover now