Libertad- OGL 👑🐭

Parte 66

Tomaba un café en la isla de la cocina, mientras Lolita terminaba de preparar el desayuno, dejó un plato de fruta junto a mi, agradeci y escuché como se cerraba la puerta de la entrada.

- Buenos días nena.- dijo Enrique, depositando un beso en mis labios.

- Buenos días ¿Quieres desayunar?.- pregunté sonriente

- Claro.- respondió.- ¿Y tus papás?.- cuestionó sentandose a mi lado.

- Están por bajar, hoy regresan a Veracruz.

-¿Los vas a acompañar?.

- No, iré el próximo fin de semana.

-Tienes que ir planeando lo de la despedida de soltera.

Incómoda me removí en mi asiento, lo último que quería era hacer eso.

- No tendré una, bueno no literalmente.

-¿Por qué?.

- Se acerca mi cumpleaños y por ende el de Mickey también, prefiero hacer un viaje cómo cada año para celebrar.

-Puedes hacer lo que desees, pero yo sí tendre una.- sorprendida le preste atención.- iremos a las Vegas.

- ¿No pasarás mi cumpleaños conmigo?.- cuestioné.

- No Fátima, que tú no quieras una despedida lo entiemdo, pero no tengo porque privarme de tener una.

-Esta bien.- aseguré.

Claro, nuevamente me di cuenta que poco a poco dejaba notar sus antiguas manías.

No pensaba discutir, prefería que no viniera y arruinara el viaje con sus comportamientos.

-Hola, buenos días.- dijo mi madre entrando a la cocina.

-Enrique, buen día.- mi padre me miró dudoso.

- Buenos días, espero que no les moleste que viniera tan temprano.- respondió él sentado a mi lado.

- No para nada, está es tu casa.- aseguró mi madre.

- Vine porque no podía permitir que se marcharán sin ver esto.-

De su saco salio ejemplar de la revista Rostros de Puebla enrollado y maltratado.

Él y yo en la portada, en letras llamativas nuestros nombres, bajo estos una frase "El principio de toda una vida juntos", me estremecí,

Observe cada detalle de la imagen, mi rostro lucía alegre, pero por dentro mi corazón se partía por haber escuchado la voz de Ovidio del otro lado del teléfono, no me había podido quitar sus palabras de la mente, a lo largo de los días me atormentaban.

-Hija, estás llorando.- dijo mi madre tomandome por el hombro.- todo luce muy bonito, tu sueño se hizo realidad.

- Es, es, es hermoso.- mentí.

Si bien mi sueño se había cumplido no lo era en su totalidad, Ovidio era quién debía estar a mi lado y no Enrique, mordi mi labio para no echarme a llorar desconsolada, arrepentida de no haberle pedido que fuera por mi ese día. Seguramente él habría dejado todo por venir a buscarme.

- ¿Hija puedes leerla para nosotros?.- cuestionó mi padre, yo negué con la cabeza.

- Yo lo haré Benjamín, ella no puede contener el llanto.- dijo mi madre tomando la revista entré sus manos.

Comenzó a dar lectura.

Después de compartir cuatro años de noviazgo, él relacionista internacional Enrique Neri Montemayor y la empresaria veracruzana Fátima Kuri Saleh, anunciaron su compromiso en una reunión privada.