Parte 10

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Después de ver la pantalla de mi celular solté un suspiro, dejé que mi espada erguida perdiera la pose y se desvanecerá sobre la silla de la oficina, Ovidio me había escrito pidiendo que no olvidará que hoy saldríamos a comer.

-Últimamente estás muy extraña.- dijo Mickey mientras me observaba, negué con la cabeza.- eres otra, te noto feliz.

-Lo estoy.- sonreí mirando al techo y asegure.- soy feliz.

- ¿Tiene qué ver con haber terminado con Enrique?.- cuestionó curioso.

- Supongo que sí, me siento, ¿Cómo explicarlo?

- Libre.- asenti, esa era la palabra adecuada.

Cerré los ojos por un momento, analicé la opción de decírselo, de contarle ese secreto que llevaba algunos días ocultando, secreto que lejos de mortificarme me daba felicidad.

- Me alegra verte así, la Fátima que conocí está regresando.

Sabía que él se alegraría al escuchar que estaba saliendo con alguien más, siempre fue evidente que no soportaba a Enrique, estaba por decirle cuando Samantha cruzó la puerta.

- El tráfico está horrible, les traje un café.

- Gracias.- tomé el vaso que extendía frente a mí.

- Mientras esperaba di un vistazo en las revistas de la cafetería, y sin querer escuche la conversación de unas chicas que estaban en una mesa cercana.

- ¿Y? Cuenta el chisme rápido.- reclamo Mickey.

- Hablaban sobre Fátima.- la miré extrañada y curiosa.- y Enrique, ¿Es verdad qué lo engañaste?.

Por el tono de su voz más que una pregunta parecía ser un reclamo, Mickey nos observaban sin decir palabra alguna, su cuestionamiento me había molestado.

- No fue así.- fui tajante.

- Se rumora que cuándo lo visitante en Chicago le fuiste infiel con uno de sus compañeros de trabajo.- dijo un tanto furiosa, por la expresión de su rostro podría jurar que esperaba una explicación.

- ¿Esperas una explicación de mi parte?.

- Chicas necesito que las dos se tranquilicen.- dijo Mickey preocupado.

- Es que no entiendo porque motivo espera que yo le dé cuentas de lo que hago.

- No te estoy pidiendo explicaciones, nuestro círculo social está hablando de tu reputación y eso no se ve bien ante los demás, somos tus amigos y como tal tenemos derecho a saber la verdad.- replico alzando la voz.

- ¿Derecho? Por Dios Samantha, tú no tienes ningún derecho sobre mí, que seamos amigas no quiere decir que te dejaré entrometerte en mi vida, los comentarios que haga tu "círculo social" me tienen sin cuidado.

- Ya comp...- Mickey trataba de tranquilizarnos, pero decidimos ignorarlo.

- Debería importarte, si quieres tener buenas relaciones tienes que aprender a comportarte, de lo contrario se te cerrarán muchas puertas, sino fuera por Enrique nadie aquí habría volteado a verte.

- ¡Samantha ya cállate!.- está vez la voz de Mickey se había escuchado por toda la oficina.

- Yo no necesito de tus amistades ni de Enrique para sobresalir, cuida tus palabras porque la próxima vez no tomaré en cuenta tus sentimientos y te dire todo lo que pienso.

- Dilo ahora.- dijo tomando una pose retadora.

Yo estaba furiosa, sentía la sangre hervir por todo mi cuerpo, tenía tantas ganas de gritarle lo que pensaba de ella acompañando del florido repertorio de groserías que como buena Jarocha tenía en mis entrañas.

Libertad- OGL 👑🐭Where stories live. Discover now