Parte 11

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Después de desayunar fuimos a la sala a ver una película, me recoste sobre su regazo, mientras el dejaba caricias sobre mi cabello.

- ¿Qué se le antoja comer? .- me cuestionó después de un rato.

- ¿Te parece sushi?.

- La otra noche fuimos a cenar a un lugar muy bueno.- tomo su celular para hacer una llamada.- Iván, ¿cómo se llama el lugar de sushi al que fuimos?

Él negaba molesto por el celular, yo decidí ser prudente y no escuchar la conversación, después de colgar con un semblante serio me dijo.

- Se llama Kampai.

- Lo he escuchado, pero nunca he ido.

- Quiero que vaya conmigo, pero.

¿A caso me estaba poniendo peros? Hace horas atrás aseguraba que le encantaba pasar tiempo conmigo, estaba esperando que cancelara la comida.

- Iván se invitó sólo.- rei.- por más que le dije que no se puso necio y ps'.- lo interrumpi.

- No tengo problemas ¿Tú sí?.- cuestioné.

- Es que es medio enfadoso el plebe, no se aguanta y pa' quitárselo de encima está cabrón, ya ve como se pone de platicador.- no sabia que debía decir.- ¿No le molesta que vaya?.- negué con la cabeza.- entonces vamonos que ya nos ha de estar esperando.

Me abrazo por encima de los hombros, mientras yo le daba la espalda, con pasos pequeños llegamos hasta su auto, nos subimos y el corto viaje al restaurante comenzó.

- ¿Qué onda Kuri?

- Hola Iván ¿Cómo estás?

- Muy bien gracias a Dios, que bueno que me invitaron a venir a comer con ustedes ya estaba aburrido.

- Te invitamos, te invitaste sólo cabrón.- reí por el comentario de Ovidio.

- Ya Ovidio.- le di un leve codazo.- que bueno que aceptaste venir.

Comenzamos a comer y beber todo lo que desfilaba delante de nosotros, era un festín, Ovidio seguia un poco serio.

- Ya guapo, relájate.- dije en su oído.

- Déjelo, desde plebe es así de berrinchudo y corajudo, ya no se le va a quitar.

- Ya ve, le dije que no se calla.- rodo los ojos.- yo quería estar con usted, no con esté enfadoso.

- Ah perrito, ¿no me querías a mi que soy tu...- Ovidio lo interrumpio.

- Ya parale das mucha lata, ¿Te pones un candado en la boca o ya te vas?

- Ovidio.- lo rependi.- de verdad necesitas relajarte, nos la estamos pasando muy bien.- acaricie el cabello de su nuca.- no seas tan grosero.

- Que se quede ps.- Iván chisto emocionado.

- Gracias Kuri, ya es nuestro último día aquí y no me la quería pasar encerrado.

Su comentario me tomó por sorpresa, de un golpe quite mi mano de su nuca y lo puse sobre mi regazo, estaba confundida, planeaba irse sin decirme nada, sentí como mi espalda se tensaba.

- ¿Me disculpan?, necesito ir al tocador.

Deje mi asiento y comencé a caminar, no sin antes escuchar como Ovidio regañaba a Iván.

- Ya ves pendejo.

Apresure el paso y entre al sanitario de damas, abrí la llave del lavamanos y humedeci levemente mi nuca. Levante la vista y vi a Ovidio parado detrás de mí.

- ¿Pensabas irte sin decirme nada?.- reclamé.

- ¿Cómo cree?.- se acercó a mi y me abrazó por detrás.- No quiero irme, pero ya dejé mucho tiempo el jale tirado, tengo que ir a poner orden.

- No volverás.- asegure, tomando una toalla de papel para poder secar mis manos.

- Son unos días, no me voy a poder aguantar tanto sin verla.- dijo despejando el cabello que estaba sobre mi cuello para poder besarlo.- no me voy a tardar.

Tire la humedad toalla de papel en el cesto y me gire hacia él, dejó de besar mi cuello por unos segundos, pero nunca soltó el agarre de mi cintura.

- ¿Lo prometes?.- pasé mis manos sobre su cuello, mientras lo veía a los ojos.

En el fondo sabía que no volvería, pero algo dentro de mi necesita escuchar esa promesa para poder estar tranquila.

- Lo prometo.- aseguro sin despegar su mirada.

Sólo me bastó escuchar eso para acercarlo a mí y poder besarlo, él no se opuso y gustoso unio sus labios con los míos, me tomaba fuertemente de la cintura mientras yo me deshacía de su gorra y alborotaba aún más su cabello.

El beso comenzó a tornarse diferente, se volvió más rápido y nuestras lenguas comenzaron a jugar, sentía mi cuerpo arder, sin ninguna dificultad Ovidio me sento sobre la encimera del lavamanos, yo enrede mis piernas sobre su cintura, él comenzaba a alejarse de mis labios para hacer un camino de húmedos besos sobre mi cuello, pasando por mi clavícula.

Me sentía extasiada, no quería que esto terminara, quería más, necesitaba sentirlo y al parecer él necesitaba lo mismo de mí, parecía que habíamos olvidado en que lugar nos encontrábamos.

Sin más, delicadamente comenzó a desabotonar mi blusa, copiando su acto comencé a hacer lo mismo con su camisa, hasta que recordé el lugar en el que estábamos.

- Nos están esperando.

- Tiene razón.

Acomodamos nuestras ropas y salimos camino a nuestra mesa para volver a tomar nuestro lugar.

- Se tardaron un chingo.- reclamó.

- Lo siento, fue culpa mía.- me discúlpeme

- Relájese, nomas' lo dije de cura.

La plática era muy amena, lo que era comida se convirtió en cena, Iván ni hacía más que hacernos reír. Llegó el momento en que teníamos que irnos, el castaño tomó camino por si sólo, mientras Ovidio y yo nos íbamos por nuestro lado.

Él conducía, mientras yo no podía dejar de mirarlo, quería grabar en mi mente cada facción de su rostro, probablemente después me arrepentiría por no poder sacarlo de mis pensamientos.

- Entonces ¿Mañana te vas?.- cuestione una vez que estamos frente a mi casa.

- Si reina, pero tenga por seguro que voy a regresar por usted.- dijo acercándose a mi para poder besarme.

- Te creó.- sonrei.- es tarde, mañana tienes que viajar y el trabajo me espera.

Después de colocar un beso en la comisura de sus labios bajé del auto, sin mirar atrás entré a casa, no quería verlo, si lo hacía le pediría que se quedara está noche, me moría de ganas porque fuera así, pero aún tenía un poco de cordura.

Libertad- OGL 👑🐭Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ