capítulo 78

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Cómo bien dijo Ovidio, la visita de Mickey era para Gris, durante su estancia en Sinaloa no volví a verlo, se la pasaron juntos. Cómo mi cuñada lo menciono Alfredo celebro su cumpleaños y mi esposo estuvo en la fiesta. Al ser cuestionada por mi amigo tuve que justificar mi ausencia diciendo que me sentí mal y prefería descansar en casa.

Mickey regreso a Puebla, Ovidio continuaba sin dar señales de vida y Gris había llamado para invitarme a tomar un café.

-Hola cuñis¿Cómo sigues?

-Hola Gris, mejor ¿Y tú?.

- Feliz, Mickey me pidió que fuera su novia.- no entendía nada.- me la paso muy bien con él.

Si Mickey y Gris ya eran novios, la inconformidad de Ovidio tenía que haber terminado, no había más motivos para pelear, pero él no me había buscado. Trate de disimular y continuamos con el desayuno, escuché detalles de todo lo que pasó en la fiesta de Alfredo.

- Ojalá hubieras podido ir, nos hiciste falta.- sabía que era mentira.

- De verdad me sentía muy mal, pero ya habrá otra ocasión.- ella me miró fijamente.

- Fátima ¿Te acompaño al médico?.

- No te preocupes, ya fui y todo está bien, me enviaron un multivitamínico.

Pensativa recordé el secreto que ocultaba dentro de mi bolso, evidentemente me había sentido extraña los últimos días y una idea comenzó a rondar por mi cabeza, la prueba de embarazo que me había realizado temprano por la mañana termino de confirmar lo que sospechaba, nuevamente estaba esperando un bebé, si, un hijo de mi ahora esposo, ese título lejos de darme tranquilidad me causaba confusión.

La misma corriente helada que había recorrido mi cuerpo al ver las dos líneas plasmadas se hacía presente, tenia sentimientos encontrados, felicidad, miedo e incertidumbre.

- Bueno, si necesitas algo puedes decirme, mi hermano por su trabajo no puede estar en casa, pero yo estoy para apoyarte.- dijo la rubia sacándome de mis pensamientos.- también está mi mamá.

- Mil gracias Gris.

Las iba a necesitar, mi embarazo pasado no había sido nada fácil y a a decir verdad estaba temerosa de tener que pasar por lo mismo nuevamente. Terminamos el café y salimos a ver tiendas de ropa, sólo compré un par de blusas y unas sandalias.

- Cuídate mucho y cualquier cosa que necesites me dices.- dijo ella mientras me abrazaba.

- Gracias Gris, de verdad que si necesito algo te lo haré saber.

Subí al auto y maneje mientras me perdía en mis pensamientos, ¿Pasaría lo mismo que con María? ¿Sería capaz de poder darle un hijo a Ovidio? ¿Sería una buena madre? ¿Estaba haciendo bien en traer a un niño a este ambiente? ¿Qué le diría a mi hijo sobre las ausencias de su padre?, mil preguntas pasaron por mi cabeza.

Al dar la vuelta en la esquina de la casa me percate de que Ovidio había vuelto, respire profundo estacioné el auto, tome mi bolso y baje. Uno de sus tantos escoltas abrió la puerta, agradecí y entre a la casa, camine sigilosa tratando de encontrarlo.

Camine por la sala, la cocina, el comedor y fui al último lugar de la planta baja dónde el podía estar.

Lo pude ver a lo lejos, sentado en el estudio, observando una hoja de papel, bebiendo y con un cigarrillo sobre sus labios.

- Hola.- dije después de tocar la puerta que se encuentraba abierto.

- Pasé.- respondió a secas.

- ¿Estás bien?.- cuestioné aún de pie.

Libertad- OGL 👑🐭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora