Parte 50

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Miércoles por la noche y yo con un terrible dolor de cabeza, con el cuál llevaba algunas horas, había tenido un fin de semana ajetreado y junto a los achaques del embarazo, mi cuerpo estaba presentando estragos.

Por la mañana había regresado de Culiacán, era la primera vez que venia a puebla desde que me fui a vivir con Ovidio.

Escuche el ruido de la tetera, caminé hacia la estufa a tomar el agua caliente para servirla en una taza y poder prepararme un té, estaba endulzandolo un poco cuándo sonó mi teléfono, vi la pantalla y era Mickey, respondí.

- Hola.

- Hola, ¿ya llegaste?.

- Si, justo llegué hoy por la mañana.

- Crei que ya no pensabas volver.

- No te vas a librar de mi tan fácil.

- Cómo está mi sobrina?.

- Creciendo muy rápido.

- Me imaginó, quieres ir a cenar?

- ¿Lo podemos dejar para desayunar?
  me duele un poco la cabeza.

- ¿Necesitas qué te lleve al doctor?

- No te preocupes, sólo estoy cansada
  ya me preparé un té y dormiré.

- Bueno, si necesitas algo llámame.

- Gracias Mickey, nos vemos en el desayuno?

- Claro, descansa.

Termine la llamada y me dispuse a tomar mi té, sentada en la sala mientras hojeaba una revista de diseño de interiores, pensaba comenzar a decorar una habitación para el bebé y utilizar lo que anteriormente había comprado, dejé aún lado la revista y acaricie mi vientre al sentir cómo mi bebé se movía.

Es indescriptible ese sentimiento,¿ cómo se puede llegar a amar tanto a alguien que aún no conoces?, imaginar cómo crece cada parte de su cuerpo.

Me siento tan feliz, hace unos años atrás pensaba que lo era, pero no es así, realmente mi vida había cambiado, dentro de todo lo complicado había un ser maravilloso, que llenaba todo de luz y alegría.

Bebi el último sorbo de té y subi las escaleras para ir a mi recámara, abrí el cajón de la mesa de noche, tomé la crema y el aceite que untaba en mi vientre todas las noches, al parecer estaba funcionando, a mis casi seis meses aún no tenía ni una estría.

- ¿Ya extrañas a papá?.- mencioné al sentir como se movia.- ya sé que tu papi es quién te acaricia todos las noches, pero sólo son unos días, te tienes que portar bien.

Continúe acariciando mi vientre, no sentí cómo me fui quedando dormida,  desperté al amanecer por la alarma de mi celular, el dolor de cabeza se había desvanecido.

Después de tomar un baño, me arreglé para ir a desayunar con Mickey, guarde en mi bolso la revista que hojeaba por la noche, tenía planeado pasar a comprar más cosas para la habitación de mi bebé.

Llegué al restaurante y caminé hacia donde estaba sentado Mickey, al verme se levantó de su asiento y me recibió con un abrazo, nos sentamos y ordenamos algo para desayunar.

Entre risas terminaba de comer mi omelette, me hacía tanta falta platicar con él.

- ¿Tienes algo qué hacer después del desayuno?.- pregunté.

- No, tengo un compromiso a las 2 p.m. ¿Necesitas algo?.

- ¿Quisieras acompañarme a comprar cosas para la habitación de la bebé?.

- Obvio que si ¿Tienes algo pensado?.- preguntó emocionado.

Abrí mi bolso, tomé la revista y busqué las hojas que había marcado para poder mostrarle lo que tenía planeado.

- Mira es la revista que Miriam y tú me regalaron, quiero algo así, me agrada la idea de tonos neutros ¿Qué opinas?.

- Excelente gusto, no esperaba menos de ti.- sonrío.- seguro Ovidio está vuelto loco con su princesa.

- No tienes idea, se la pasa consentidor y cariñoso, pero está seguro que su nena le hará pagar todas.

- Jajaja ¿Serán muchas?.- cuestionó.

- Eso sólo él lo sabe.

Pagamos la cuenta, nos dispusimos a caminar a través de la plaza comercial para entrar al área de decoración de una tienda departamental.

- Mira que bello.- le dije sosteniendo una bonita manta en color crema.

- Si está padre, mira los detalles.

- La llevaremos, será para su cuna.- dije segura.

- ¿No quieres revisar las medidas?.

- No es necesario, estoy segura de que le quedará.

Salimos con una enorme bolsa con una bonita manta y un juego de sábanas para la aún inexistente cuna, no podía dar ni un sólo paso más.

- Mickey, ¿Podemos descansar un poco por favor?.- cuestioné dejándome caer en una de las bancas del centro comercial.

- Sabes que si.- dijo sentándose a mi lado.- Ya te extrañaba.- su semblante se tornó cabizbajo.

- Y yo a ti, ¿Pasa algo?.

- Han pasado algunas cosas.- se quedó pensativo.- mi relación con Miriam no va muy bien, últimamente discutimos más de lo normal.

- Bueno, es que tienes que entender un poco.- tomé su hombro.- trabajan juntos y viven juntos, es un poco normal que discutan ¿No crees?.

- Tal vez necesitamos un respiro.

- Claro, hacer actividades por separado no les vendría mal.- sonreí.

- Mejor cuéntame ¿Te está gustando Culiacán?.

- Más que la la ciudad lo que me gusta es estar cerca de Ovidio, lo he visto con mucha frecuencia porque ya sabes algunos días se tiene que ausentar por su trabajo.

- ¿Te quedas mucho tiempo sola?.

- No para nada, la señora Lupita esta de planta en la casa, Gris me invita a salir y la mamá de Ovidio es muy atenta conmigo, me siento acompañada.

- Me da tranquilidad escuchar eso, estaba un poco nervioso porque te fueras tan lejos.

- No te preocupes, de verdad estoy muy contenta y feliz con los cambios.- acaricie mi vientre.

- Estoy seguro de eso.

Mickey más tranquilo sonrió y miró su reloj, dejando salir de su interior un fuerte suspiró.

- Amiga mía al parecer ya no veremos más tiendas.

- No te preocupes, si tienes cosas que hacer lo entiendo.

- No es por eso, mira tus pies.

Bajé mi vista para poder observar, mis pies lucían muy hinchados, era evidente que los zapatos de piso que traía puestos estaban por explotar.

- No lo había notado, tienes razón, lo dejaremos para otro día, mejor vamos al spa.- me levanté de mi lugar.

- No señora, usted se va a descansar y mañana temprano nos vemos.

- Mejor te acompaño.- insistí.

- Te dije que no Fátima, mira que no le quiero entregar malas cuentas a Ovidio.

- Está bien, mañana te veo.

Caminamos juntos a través de la plaza comercial hasta llegar a nuestros vehículos. Una vez Mickey se aseguró de que llevara el cinturón puesto se despidió de mi y fui directo a casa.

Pasé el resto de la tarde dando masajes y colocando mis pies en agua caliente, definitivamente el embarazo no me estaba sentando nada bien.





Libertad- OGL 👑🐭Where stories live. Discover now