Parte 43

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Desperté al sentir las manos tibias de Ovidio sobre mi vientre.

- Buenos días mi reina, ya es tarde

- Otro rato más, por favor.

- No, tiene que comer sino ese ratoncito va a estar muy chiquito.- dejo leves caricias en mi cabello.

- Pero estoy muy cansada.- me giré hacia él, para poder verlo.

- Pues si mi chula, pero mejor come algo y se viene a dormir de nuevo todas las horas que quiera.

- No me levantaré.- dije refunfuñando.

Provocando que él soltará una carcajada, tomará mi rostro entre sus manos y me besara, un beso lento y delicado, después de unos minutos se separó rápidamente de mi sin que yo lo esperara.

- Si quiere más besos la espero en el baño

Efectivamente se levanto de la cama y comenzó a caminar con dirección al baño.

-Está bien tú ganas.- dije alzando la voz, él soltó una carcajada.

Con pesar me levanté de la cama y caminé siguiendo sus pasos, después de ducharnos juntos, salimos al vestidor.

Lo vi buscando alguna prenda entre la ropa que estaba colgada, tomé aire y hable.

- Oye, tengo algo que decirte.

- Dígame reina.- respondió sin verme.

- Mi familia lo sabe.

No pude decir nada más, al parecer él no me había entendido, pues me miró extrañado y deladeo la cabeza.

- ¿Qué saben?

- Saben que tengo una relación contigo.- suspiré nerviosa.- y saben a lo que te dedicas.- moría de nervios.- bueno mi madre y mi hermano lo saben, no tengo idea si mi papá ya se enteró.

- ¿Usted les dijo?.- preguntó serio, temeroza negué con la cabeza.- ¿Entonces quién fue?

- Fue.- dude.- fue Samantha, envió al celular de mi madre la fotografía que me regalaste.- sin darme cuenta ya estaba llorando.-  y un artículo en el que decía quien eres tú.- podia sentir cómo me faltaba la respiración.

Él dejo la ropa a un lado y se acercó a dónde yo estaba, me tomó por los hombros y me miró fijamente.

- A ver, tranquila, respiré y relájese que le va a hacer daño.- asentí aun respirando con dificultad.- pa' que hablemos se tiene que calmar.- el acariciaba mi espalda.

- Mi mamá lo tomó mal y me dijo que no quería verme de nuevo en su casa.- mis lágrimas brotaron nuevamente.

- ¿Qué le preocupa? Si es porque no la quiere en su casa ni se apuré, yo le compro dos, tres, cinco, las que usted quiera y en dónde quiera.- acarició mi cabello.- si es por cariño me tiene a mí y conmigo no le va a hacer falta, yo la quiero un chingo, no está sola.

Sonreí por las palabras que me había dicho, claro que me habían reconfortado, pero, eso no era lo que me preocupaba.

- ¿Y si te pasa algo?.- cuestioné.

- Ay chula, yo tengo años en esto desde plebe, se cómo cuidarme, ni me ande pensando en esas cosas y menos me ande llorando que le va a hacer daño al ratoncito.

Me abrazó fuerte, traté de respirar profundamente para poder relajarme y dejar de llorar, sus abrazos me hacían sentir protegida y me daban tranquilidad.

Terminamos de vestirnos y bajamos a desayunar, como siempre la comida que prepararon estaba deliciosa.

- ¿Se va a dormir otro ratito?.- cuestionó Ovidio sonriendo.

Libertad- OGL 👑🐭Où les histoires vivent. Découvrez maintenant