Parte 53

751 86 8
                                    

Le di un trago a mi cerveza y limpie el sudor de mi frente y termine de escribir un mensaje para mi reina, estaba nerviosa por su consulta en el doctor.

- Que perro calor se siente.- se quejo Iván.

- Pero querías hacer tu pinche carne asada.

Aquí estábamos los dos pendejos en el asador con el perro calor que se sentía por las tardes en la sierra.

- Pinche ratón todavía que lo hago pa' que la familia esté unida te quejas.

- No te agúites, no lo decía en serio.- le di un puñetazo en el hombro.- la neta esta perra la idea.

Después de un rato nos sentamos a comer, mi apa' estaba contento, eran pocas las veces que nos podíamos ver, las cervezas y las carcajadas no faltaban.

Mi teléfono sonó, sonreí como pendejo cuando vi que era mi chula la que llamaba, me levanté de la silla y caminé lejos de la bulla que traían.

Mi reina ¿Cómo le fue?

No recibí respuesta, nomas' escuchaba su respiración por la bocina.

Dígame algo.

Mientras me explicaba todo sentía como mi cuerpo se iba desarmando, pinche impotencia de estar tan lejos.

No sabia que decirle, ella se soltó a llorar y no era para menos, Tello me agarro la llamada.

Patrón.

Tello ¿Qué le pasó a mi mujer?

Está llorando mucho, ya la llevó pa' dentro del hospital

Llevatela al mejor hospital que encuentres, no importa lo que cueste.

Esté es el mejor patrón.

No la vayas a dejar sola, ahorita mismo me jalo pa' allá.

Entendido.

Compra todo lo que necesiten, no me la dejes sola cabrón, cuándo llegue te aviso para que cuadremos las cosas y pueda entrar a verla.


Si patrón, pierda cuidado.

Terminé la llamada quería llorar pero me aguante las pinches ganas, tenía que ser fuerte todo iba a estar bien.

Camine de regreso a dónde todos estaban, con apuro me acerqué a mi viejo.

- Apa' me voy.

- Quédate otro rato mijo, pa' convivir con tus hermanos.- me pidió sonriente.

- Disculpeme, no puedo apa' será para la otra.

- Pinche ratón, nos dejas aquí botados, seguro la Kuri te trae cortito.

- No estén chingando Iván. - dije tratando de no llorar.

- Quédate no seas ojete, nomás' veniste a gorronear la comida.

- Que no cabrón me voy pa' Puebla, mi hija ya va a nacer.

Todos me miraron sorprendidos, mi apa' se levanto de la silla y me tomó del hombro.

- Mijo, ¿Qué no le falta tiempo?.

- Si pero ya ve, las cosas no salen cómo uno quiere.- agache la mirada.- ¿Me presta una de sus avionetas o algo pa' irme?

- Si mijo, no se me agüite que su mujer y su hija van a estar bien.- me abrazó.

Cómo niño chiquito me eche a llorar en silencio, nadie decía nada, después de unos minutos me separe y limpie mis lágrimas.

-¿Quieres qué te acompañe?.- preguntó Iván preocupado.

- No carnal, me ayudas más aquí cuidándome todo.

- Ya sabes que no hay pedo, lo que ocupes me hablas y en verguiza me lanzó pa' allá.

- Todo va salir bien.- dije seguro.

- Primero Dios mijo, que Fátima y mi nieta salgan con bien.- dijo mi viejo con los ojos rojos.

El pinche viaje se me hizo eterno, todo el camino me la lleve pensando en Fátima, en lo que debía estar sintiendo y el miedo que debía tener por estar allá sola.

Cuándo aterrorizamos ya tenían todo listo, me trepe a la camioneta y nos fuimos directo al hospital.

Entre por la taete de atrás, con precaución y sin llamar la atención, hasta encontrar a Tello en la sala de espera.

- Tello, ¿Cómo están mis mujeres?.

- La mera verda' mal, a la patrona ya la metieron a la cesárea y ps' el doctor dijo que era de riesgo.

- Ay Tellito.

- Mire ese es el doctor.

Un hombre de bata blanca se acercó a nosotros, Tello se dio la vuelta y se fue al final del pasillo.

- Familiares de la señora Kuri.

- Yo soy su esposo, dígame ¿Cómo está?

- No quiero mentirle señor, un cirugía de emergencia siempre tiene riesgos, pues no se tiene la preparación adecuada, su esposa fue trasladada al área de cuidados intensivos, no logramos estabilizar su presión arterial, se le están suministrado medicamentos y esperamos que en las próximas horas su estado sea favorable.

- Haga lo que sea necesario Doctor.- con un chingo de miedo pregunté.- Y mi hija ¿Cómo está?.

- Se encuentra en el área de cuidados intensivos intensivos neonatales, su estado de salud es reservado.

Sentí cómo si me hubieran echado una cubetada de agua fría, se me querían salir las lagrimas, pero me aguante.

- Tranquilo señor.- el doctor me tocó el hombro.- su esposa y su hija están siendo atendidas por el mejor personal que tenemos, no pierda la fé.

- Muchas gracias.

Se dio la vuelta pa' dejarme otra vez solo, echándole cabeza me di cuenta que tenia razón, era el mejor hospital, nomás' era cuestión de esperar y pedirle a Dios, ¿Pero cómo se hace eso?.

Me quedé sentado horas en el mismo lugar, nomás' pensando en lo injusta que es la vida, ora' que era feliz y lo tenia todo se me venia esto.

Después de un rato me desespere y comencé a caminar por el hospital, sabía lo que buscaba, pero no podía encontrar el lugar.

Al llegar entre en silencio, me quité la gorra y me hinque, por pena agache la mirada.

- Vas a decir ¿Qué con qué cara vengo a pedirte algo?, ps' yo se que no soy bueno y se mis pecados, pero mi mujer y mi hija no tienen la culpa de nada, si tengo algo que pagar cobramelo a mi no a ellas.- empecé a llorar.- Fátima es buena y yo lo único que he traído a su vida son problemas, yo no soy bueno y no te pido nada pa' mi, nomás' que ellas estén bien.

Me quedé por un rato, a suplicar por ellas.

Libertad- OGL 👑🐭Where stories live. Discover now