Parte 49

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Limpié mis labios y jale la palanca del baño, caminé directo al lavamanos para cepillar mis dientes y también lavar mis manos.

Camine a la cama y me volví a recostar, últimamente los malestares estomacales habían aumentado, no quería ni levantarme de la cama.
P
Miré el reloj que marcaba las once de la mañana y yo ya me había desecho del desayuno, escuché que tocaron la puerta.

- Adelante.- dije en voz alta.

- ¿Cuñada cómo estás?.

Mencionó Gris al entrar, cerró la puerta detrás de ella y camino a la cama a besar mi mejilla.

-Te diré.- hice una señal para que se recostara junto a mi.

- Yo que venia a invitarte a comer sushi.

- Mil gracias, pero, ¿Podemos comer otra cosa?.- ella rió.

- Si, lo que se te antoje.- miró mi vientre.- ¿Ya sabes qué es?.- asentí.

- Es una niña.

- Se chingo Ovidio.- rió.- le va a sacar canas verdes.

- Pobre de mi niña.

- ¿Y el ratón cuándo regresa?.

- Ni idea, tiene casi una semana que se fue.

- Bueno, es que así es esto, tú.- su nerviosismo se hizo presente.- a veces se desaparecen días o semanas.

- Lo sé, sólo esperaré a que regrese con bien.

Si bien lo entendía aún tenía que acostumbrarme, por lo menos ya estaba más cerca de él y tenia la posibilidad de verlo más seguido.

- Mi ama' te mandó esto.- sacó de su bolso unas cremas.- dice que son muy buenas para las estrías.- sonreí.

- Muchas gracias, espero salir invicta, aún no me ha salido ni una.

Continuamos platicando por un largo rato hasta que Gris me convencio de salir de la cama e ir a comer fuera.

Me pasé un vestido cómodo y unos tenis para poder caminar por el centro comercial, emprendimos el camino en el carro de Gris, escuchamos música y platicamos hasta llegar al restaurante.

Fuimos a un restaurante de cortes, frente a mi llego un T- bone terminó medio acompañado de papas al horno y espárragos salteados.

- ¿Qué quieres hacer?.- cuestionó Gris.

- ¿Crees qué aquí pueda encontrar jeans? Ya ninguno me queda bien.

- Si hay muchas tiendas, no tengo nada que hacer, puedo acompañarte.

- Te lo agradecería mucho.

Seguimos comiendo, efectivamente encontramos los jeans que necesitaba y no sólo eso, también había ropa linda de bebé.

- Que bonito está todo.- dejé sonriendo.

- Si

Una vez que teníamos todo fuimos directamente a la caja a pagar, Gris me llevó de vuelta al rancho.

- ¿Quieres bajar y tomar un café?.- cuestioné en frente a la casa.

- Gracias cuñada, pero ya es tarde y mi ama' me va a dar una chinga.

- Bueno entonces otra día será.- besé su mejilla.- ¿Quieres qué le llame para qué sepa que estuviste conmigo?.

- No te preocupes, si se llega a poner necia te llamó.

- Bueno entonces estaré pendiente de mi teléfono.

Bajé del auto y tomé las bolsas de la ropa que habíamos comprado, me despedí con la mano de Gris mientras veía como se alejaba.

Entre a la casa y subí las escaleras para ir directo a la habitación, prendí la luz para poder entrar, dejé las bolsas sobre la cama y me senté. Al girar la vista me percate que sobre la mesa de noche había un arma, eso sólo significaba una cosa.

- ¿Amor?.

Caminé al vestidor y al abrir la puerta lo vi parado desabotonando su camisa, corri hacía él para poder abrazarlo.

- Mi amor.- besé sus labios.

- Reina ¿Cómo están?.- trataba de esquivarme.

- ¿Qué pasa?.- cuestioné confundida y un poco molesta.

- Estoy muy sucio, no le quiero manchar su vestido, se ve muy chula.- rodé los ojos.- ¿No le importa? Miré que ando lleno de lodo.

Preste atención y efectivamente su ropa estaba manchada de fango, pero negué con la cabeza y volví a besarlo, él me tomó por la cintura y me apretó fuerte, yo me aferré a él.

- Con éste recibimiento hasta ganas dan de irse de nuevo.- reimos.

- No por favor, no tienes idea de lo mucho que te extrañé, estaba preocupada.

- Tranquila mi reina, que yo siempre voy a regresar sano y salvo.- beso mi frente.- Me dijo Lupita que se fue con la Gris ¿Cómo se la pasó?.

- Bien amor, fuimos a comer y a comprar ropa.

- ¿Compró mucho?.

- Si, había cosas muy lindas para la bebé.

- Ah que la María.- dijo mientras acariciaba mi vientre.- va a andar muy estrenadora.

- ¿María?.- cuestioné.

- Sólo fue un decir.- rió.- el pinche Iván jode con que la rata porque es niña, mejor María, más bonito ¿A poco no?.

- Si está lindo, me gusta.

- Me voy a dar un baño.

Él fue directo a bañarse, mientras yo cambiaba mi ropa por algo más cómodo, después de hacerlo tomé las bolsas de compras y las llevé al vestidor.

En uno de los cajones vacíos comencé a guardar las cosas que había comprado para María.

- Si le fue bien a la chamaca.- dijo Ovidio detrás de mi.

- Había cosas tan lindas que no me pude resistir.

- Ta' bien, gaste lo que quiera que pa' eso me le di la tarjeta.- hice una mueca.- mta' ya me las olí, no la ocupó.

- Es que, yo tengo dinero Ovidio y de verdad no es necesario ocuparla, sabes que aún trabajo desde aquí, tengo mi propio.- molesto me interrumpió.

- Dale con lo mismo de que tiene su propio dinero, ¿No vamos a hacer vida de pareja o qué?.- asentí.- ps' lo mio es suyo y puede hacer lo que le venga en gana, que si me parto la madre trabajando es pa' ustedes.

- Esta bien, ya entendí, usaré la tarjeta que me diste.

- Pero quiero ver que sea cierto.

-Ya relajate, de verdad lo haré.- cerré el cajón y dirigí mi vista hacia él.- lo prometo.

- Hasta no ver no creer.

- Pero tendrás que aguantar eh.

Mencioné colgando mis manos sobre su cuello, podía sentir como se tensaba por la molestia, su semblante era serio.

- Mira que aún falta lo más caro.- deposite un beso sobre su mejilla.- cómo la cuna.- volvi a besar su mejilla.- el asiento para el auto.- nuevamente repetí mi acción.- pañales, pañales y más pañales.

Al fin pude ver cómo apretaba sus labios tratando de aguantar la risa, pero no pudo más y me dejo ver cómo sus bellos labios se extendían mostrando su blanca dentadura.

- Ni pedo.- golpeé su hombro ligeramente.- yo aguanto ps'

Parecía que su molestia había quedado atrás, en el fondo lo entendía, él sólo estaba tratando de darme todo, mientras yo no lo aceptaba, no por desprecio más bien era por pena, si pena de depender de un hombre cuándo yo siempre me había valido por mi misma.

Pero tenia que cambiar, si quería que nuestra relación funcionara en esta nueva etapa tenía que comenzar a ceder un poco.

Libertad- OGL 👑🐭Where stories live. Discover now