Parte 12

1.2K 56 2
                                    

Había pasado una semana desde que Ovidio se fue, todas las noches trataba de escribirme y uno que otro día me llamaba por teléfono.

Me sentía muy tranquila y feliz, me sentía perdidamente enamorada, esté hombre me volvía totalmente loca.

- Feliz día de la amistad.- grito Mickey entrando al comedor de la casa hogar.

Sonrió poniendo frente una pequeña caja, dentro de ella un cupcake de mi pastelería favorita, todavía se acordaba de cuál era exactamente el pastelillo que me gustaba.

- Que rico.- exclame emocionada.- Gracias, también tengo algo para ti saqué de mi bolsa una pequeña caja con chocolates.- espero que te gusten.

Después del pequeño intercambio nos sentamos a platicar en una de las mesas del comedor, desde la pelea que dias atrás había tenido con Samanthas esté se había vuelto nuestro nuevo punto de reunión, ya sólo éramos él y yo.

- ¿Harás algo especial hoy?.- cuestione antes de morder mi pastelito.

- Saldré con Miriam.- dijo algo emocionado.

- Miriam ¿La rubia qué te acompañó el día de la paella?.

- Sí ella, estamos saliendo, ¿Tú qué harás?.

- Nada, sólo iré a casa a descansar respondí con algo de pena.

Era el primer 14 de febrero en el que no tenía un plan, era confuso, ¿Estaba soltera? O ¿Tenía una relación con Ovidio?, ni yo misma lo sabía.

- Puedo pedirle a Miriam que nos veamos otro día.- dijo con algo de lastima.

- Relájate, estaré bien.

- ¿Estás segura? No quiero enterarme de que intentaste lastimarte.- dijo sarcásticamente.

- La única sangre que habrá será la que salga en la película más terrorífica que pueda encontrar.- los dos reimos.

Nuestras risas se pararon de un golpe al ver a Samantha entrar por la puerta, no sólo hacía acto de presencia, comenzó a caminar directo a nuestra mesa.

- Hola.- ignoramos su saludo.- ya no puedo más, lamento mucho la forma en cómo me comporte, peor aún, lamento los comentarios que hice.

Era la primera vez que se disculpaba por algo, teníamos años de conocerla y sabíamos bien que para ella resultaba difícil aceptar sus errores, hoy está dándonos ese gran regalo.

El aceptar su error lejos parecer que se humillaba ante nosotros nos demostraba que realmente valoraba nuestra amistad y que había entendido que había echo mal. Mickey y yo nos dimos una mirada, sólo eso nos bastaba para ponernos de acuerdo, ya era momento de perdonarla.

- Vaya, creí que te tardaría más en recapacitar.- dijo Mickey.- bienvenida, puedes sentarte.

Ofreció la silla que estaba junto a él, ella no lo pensó y rápidamente la tomó.

- Fátima, perdóname.

- No vuelvas a hacerlo, si de verdad valoras nuestra amistad aprende a no sobrepasar los límites y a tener tacto para decir las cosas.

- Entiendo que estés molesta, de verdad mi intención no era comportarme así, espero que podamos dar vuelta a la página.

- Borrón y cuenta nueva.- me levanté de mi asiento y la abracé.

De verdad esperaba que no volviera a cuestionarme de esa manera, mi paciencia con ella se estaba agotando.

Compartimos el refrigerio juntos, Mickey se despidió para poder ir a reunirse con Miriam, dejándonos a las dos solas.

Libertad- OGL 👑🐭Where stories live. Discover now