El apartamento

II - La Verdad

Narrado por Terry

- Candy necesito que hablemos - trago grueso y respiro profundo para darme valor.

- Terry ¿qué pasa? - me dice, mientras me mira directamente a los ojos.

- Hubo un accidente en el teatro y Susana resultó herida por salvarme - al fin lo he dicho.

- ¡Dios mío! - exclama sorprendida.

- Pecosa déjame contarte todo- ella asiente - Susana... hace meses está... encaprichada conmigo - ella aprieta su vestido con las manos y baja la mirada - te juro que nunca le he dado una razón para que se comporte así, tú me conoces, siempre he sido muy reservado y odio cuando alguien que no seas tú se me acerca demasiado - ella sonríe tristemente - hace unas semanas me declaró su amor y traté de explicarle que no podía esperar nada de mí- tomo sus manos y las entrelazo con las mías - yo te amo y te he sido fiel desde el día que te conocí, nunca lo dudes. Así que no entiendo como se enamoró de mí, si lo único que he hecho es ignorarla y tratarla con indiferencia, sinceramente dudo que lo que sienta sea realmente amor, ni siquiera me conoce, no sabe nada de mí, nada, o tal ves se enamoró de Romeo y su imaginación la ha confundido, no tengo otra explicación- sé que para Candy es difícil escuchar esto, yo estuviera volviéndome loco si ella me contara algo así - a partir de ese día la ignoré totalmente, solo hablaba con ella lo sumamente necesario y nuestros diálogos de la obra, pero hace una semana pasó el accidente, estábamos ensayando, cuando las luces cayeron, iban a aplastarme pero ella me empujó y la aplastaron a ella... -  respiro y continúo - su madre me ha exigido que me encargue de ella y hasta se atrevió a insinuarme que deberíamos casarnos - ella respira cada vez más agitada, la tomo de la barbilla para mirarla a los ojos - Candy mírame, yo no podría renunciar a ti, eres lo que más amo en la vida, me perdería si no estás conmigo -

- Terry... Dios mío - ella comienza a llorar tapándose el rostro.

- Por favor no llores - beso sus lágrimas mientras rodeo su cuerpo con mis brazos - Pecas yo no podría estar con ella por obligación, sería como repetir la historia de mi padre y la Duquesa Cara de Cerdo que siempre ha amargado su vida -

- Terry yo tampoco podría vivir si no estuvieras conmigo - al escucharla al fin respiro tranquilo.

- No sé qué hacer con Susana, le agradezco lo que hizo, pero no es correcto que me lo cobre así. Quiero que busquemos una solución entre ambos, serás mi esposa y superaremos todos los obstáculos juntos, ya hemos sufrido muchas separaciones y no pienso perderte por nada ni nadie -

- ¿Sabes si la compañía se hizo cargo de los gastos médicos y le dará una pensión vitalicia? - me pregunta mientras seca sus lágrimas - En mis clases de enfermería nos explican que por ley deben hacerlo - Candy tiene razón, me he sentido con tanta culpa que me hice enteramente responsable cuando la compañía debería hacerse cargo de todo - O podrías hablar con tu madre, ella tiene mucha experiencia y debe saber de las responsabilidades y acciones que deben tomarse en este tipo de accidentes o tal ves conozca a personas que te puedan ayudar - no me he querido apoyar en mi madre, pero ella ciertamente podría ayudarme a salir de este lío.

- Gracias... tienes razón, hablaré con mi madre - la abrazo y me siento liberado, ella me llena de calma hasta en la peor de mis tormentas - Candy ¿me acompañarías a la prueba de vestuario?-

- No sé... - ella está muy afectada y no quiero que se quede sola y piense demasiado esta situación.

- Vamos Pecosa, por favor, te necesito conmigo - me acerco y la beso suavemente.

- Está bien - me responde aún pensativa.

Salimos del apartamento, el portero me mira, es la primera vez que me ve con una mujer, así que me cierra el ojo felicitándome por mi conquista. Llegamos al teatro y todos nos observan, de repente vemos a Karen acercándose a grandes zancadas.