LIX - Felicidades es...

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Narrado por Candy

- ¿Es niño o niña?-

- Felicidades es un niño - la enfermera se acerca y coloca el bebé sobre mi pecho, mi corazón se llena de un profundo e inexplicable amor - el bebé está muy sano - nos dice con una amplia sonrisa, ya lo ha limpiado y vestido con su primera ropita, Terry lo mira fijamente mientras deja caer varias lágrimas, le toca el cabello suavemente como convenciéndose de que es real, que es nuestro bebé, mitad él y mitad yo, un hijo nacido del amor y que sellará nuestra unión para siempre.

- Es castaño como tú - le digo en un hilo de voz, el bebé está muy tranquilo respirando acompasadamente, parece dormido, de repente despierta lentamente y me quedo sin respiración, sus ojos son azul zafiro, aún más profundos que el mar, ahora sí me declaro perdidamente enamorada, Terry me mira mientras sonrío y comienzo a derramar lágrimas de felicidad.

- Me ganaste esta vez Pecas, pero sabes que seguiremos practicando hasta que tengamos a mi rubia pecocita - me río aunque me duela desde el pelo hasta la punta de los pies. El bebé abre mucho la boca, así que por instinto saco mi pecho y lo acomodo lo mejor posible para que coma, Terry me ayuda a incorporarme en la cama con varias almohadas.

- Ahora sí bebé, come- él encuentra mi pezón con la boquita y lo toma con mucha fuerza, abro mucho los ojos impactada por la mezcla de sensaciones, una ternura infinita me recorre y sé que este pequeño será mi razón de vivir desde hoy y para siempre. Terry está muy conmovido mirándonos, solo sonríe y contiene las ganas de llorar, con un gesto lo animo a sentarse a nuestro lado en la cama, él se acomoda aún demasiado sentimental para hablarme, le acaricia la manita, inspeccionando cada uno de los diminutos deditos.

- Es perfecto Candy... tiene cinco dedos - me dice suspirando.

- Cinco dedos largos de pianista como los tuyos, parece que me quede dormida mientras hacíamos este bebé -

- Sabes que nunca podrías dormirte mientras te hago el amor - me dice seductor con su profunda voz, definitivamente ni en un momento tan dulce como este, pierde su ímpetu de macho.

- ¡Presumido! Me refiero a que es exactamente igual a tí - le dijo riendo, él asiente, el parecido es más que evidente. Nos quedamos unos minutos disfrutando del momento, yo aprendiendo a ser mamá y el bebé tomando leche y acostumbrándose a la luz y los sonidos del mundo exterior.
La enfermera me ayuda a asearme, mientras el doctor termina de hacerle unos cuantos chequeos de rutina junto a Terry. Regreso a la cama ya limpia y lista para tratar de descansar un poco, estoy bastante adolorida, pero las hormonas son sabias y me hacen añorar estar al cuidado del bebé. El doctor me lo entrega asegurando que está en perfectas condiciones tanto de peso como de talla.
De repente tocan a la puerta, es Eli que se asoma impaciente por conocerlo. Terry me mira preguntando si debe o no dejarla pasar, le sonrío y asiento, no la podría privar más de este momento. Ella se acerca lentamente y cuando lo mira se lleva la mano a la boca.

- Cariño por Dios, es idéntico a ti de bebé- Terry sonríe orgulloso, el bebé se ha quedado dormido - ¿Puedo? - me pregunta pidiéndome permiso para tomarlo en brazos.

- Claro - se lo paso a Eli, ella cierra los ojos, inhala profundo, lo acuna sobre su pecho y lo mece suavemente. Este bebé es muy especial para todos, el primer hijo y el primer nieto siempre tendrá una dosis extra de amor. Al poco tiempo el bebé se despierta y abre nuevamente los ojos, Eli está tan emocionada al verle el color de los ojos, que estoy segura que ya tiene a dos mujeres suspirando a sus pies. Terry habla con el doctor para seguir sus recomendaciones, aunque sé bastante del tema, él también quiere involucrarse completamente en su papel de padre. Además aprovecharemos que aún quedan dos meses para que se estrene Hamlet y Robert ha accedido a darle un mes de licencia de paternidad convencido de que Terry ya interpreta más que magníficamente su papel. Cuando el recién estrenado papá regresa, Eli está sentada a mi lado con el bebé en brazos, lo acaricia de nuevo y simplemente sucede... sonríe de medio lado de manera idéntica a Terry y se escucha un muy largo - ahhhhh - somos Eli y yo juntas, que ahora sí morimos de ternura.

El apartamentoWhere stories live. Discover now