XLVII - Despedida de soltero

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Narrado por Terry

He sido raptado de mi casa y vamos hacia un rumbo desconocido, Stear es el autor intelectual de todo y no ha querido decirle a nadie adónde iremos, también va el Elegante, Albert, George, Tom y por increíble que parezca, el Duque, quién se hubiera imaginado hace una semana que mi padre estaría en mi despedida de soltero.

- Stear creo que ya es tiempo que nos digas hacia dónde vamos - le reclamo, no entiendo cuál es el misterio.

- No aún no - odio las sorpresas, bueno excepto las de Candy, esas siempre terminan bien; los autos se detienen.

- Bienvenidos al Club Yale - dice Stear muy orgulloso, es un conocido club de caballeros bastante exclusivo y por lo que dicen, el más grande del mundo. Robert una vez me comentó de este lugar e insistió en que lo acompañara, pero nunca despertó suficientemente mi curiosidad como para aceptar, imaginarme a más mujeres asediándome, de las que ya de por sí, se me insinúan y me acosan, no es exactamente mi definición de diversión.

Bajamos de los tres Rolls Royce Phantom de mi padre, junto a los agentes de seguridad, somos demasiados y por supuesto no pasamos desapercibidos, solo espero que a la salida no hayan curiosos o periodistas.

- Candy te matará si se da cuenta que me llevaste a un lugar lleno de mujeres desnudas - Stear se ríe, mientras que el Elegante mira fijamente a su hermano.

- ¿Las habrá? - Stear levanta los hombros.

- Yo tampoco he venido, pero me recomendaron el lugar-

- Por la fachada del lugar de seguro las hay- responde el Duque, debe ser experto en estos lugares, en Londres hay muchísimos y es usual que las reuniones de negocios y la política se discutan en los Gentlemen Clubs.

Entramos y Stear da su nombre, una mujer con gran escote y un diminuto vestido nos recibe y nos lleva a un privado, en el camino podemos ver que el ambiente es bastante erótico, las saloneras están vestidas con una falda muy corta de color negro, liguero, zapatos altos, sostén negro de lentejuelas y un corbatín, curioso detalle, le pondré uno de los míos a Candy una de estas noches; el Elegante y Tom están bastante animados admirando a las "señoritas".

También hay varias mesas de poker, bar, restaurante, biblioteca, salones para negocios y varias habitaciones.

- Buenas noches Willy - le dice una "señorita" que parece conocer muy bien a Albert, es pelinegra con un cuerpo bien proporcionado, todos lo volvemos a ver y él niega con la cabeza.

- No es lo que parece, este se podría decir que este es el principal centro de negocios de la ciudad de Nueva York y bueno soy socio y ustedes también lo son, pero los acreditarán hasta que cumplan 21 años- les dice a Stear y al Elegante, que están boquiabiertos.

- Karen te cortaría las pelotas si se entera que eres cliente frecuente - le digo, Albert se ríe pero luego se pone serio.

- Apuesto que sería capaz - responde pensativo - pero en serio no es lo que creen, vengo aquí porque mucha gente importante hace reuniones en este club, tiene mucha privacidad y a la "señorita" la conozco porque ha sido nuestra anfitriona un par de veces; en el día este lugar es una cosa y por la noche se vuelve así -

- Podría, a lo mucho, darte el beneficio de la duda- le digo en broma, no sé porqué se molesta en darnos tantas explicaciones.

- El que sí es cliente frecuente aquí y sobre todo de noche, es George - dice Albert divertido cambiando el tema.

- Entonces George deberás darme todos los detalles de este lugar- le dice el Elegante muy interesado.

Llegamos al privado y es una sala amplia, con grandes sillones, mesa de billar, mesa de póker, un escenario y nuestro propio bar.

El apartamentoWhere stories live. Discover now