V - Eleonor Baker

7.5K 312 86
                                    

Narrado por Candy

- ¡Llegamos! - dice Terry mientras parquea el auto, miro a Stear por Dios aún está blanco como un papel, nunca lo había visto tan nervioso.

- Vamos Stear mi madre es una mortal como nosotros, increíblemente hermosa, talentosa y elegante, pero mortal al fin y al cabo-

- Terry no me estás ayudando- nos reímos. Llamamos a la puerta, mientras Stear toma mi mano fuertemente, creo que de verdad va a desmayarse. Terry lo mira divertido.

- Sabes que ella es mi madre, por favor no me hagas sentir más incómodo de lo que estoy, imaginándome que quieres ser mi futuro papá y el suegro de Candy- él abre más los ojos.

Carmen abre la puerta, nos saludamos y nos hace pasar, de repente Eli baja por la escalera vistiendo un hermoso vestido color ámbar, se ve como un ángel, Stear se le queda mirando embobado. Terry lo codea para que regrese a la Tierra, así que da un brinco pero ahora hace una cara muy extraña, me aguanto la risa no quiero apenarlo más de lo que está.

- Cariño, que bueno que llegaron - nos abraza.

- Eli él es mi primo Alistear Cornwell, también estudió con nosotros en el Colegio San Pablo-

- Mucho gusto Señorita Baker, quiero decirle que soy un fiel seguidor de su talento - dice Stear haciéndole una reverencia y besando el dorso de su mano, sorprendentemente se mira mucho más tranquilo, está cumpliendo uno de sus sueños y se está comportando como todo un caballero.

- El gusto es mío Señor Cornwell, así que eres primo de Candy y excompañero de Terry, que maravilla conocerte - Stear sonríe ¡oh no! otra vez su cara rara, prometo no reírme pero Terry no disimula y se ríe, negando con la cabeza. Tengo que salvar a Stear de este momento embarazoso así que cambio el tema.

- Eli estás hermosa, ese vestido es muy lindo -

- Hija tú te ves espectacular y tus ojos- ella se acerca para mirarme la cara - estás más... no sé como decirlo, te ves cambiada, mucho más hermosa que nunca - aprieto la mano de Terry, dicen que las mujeres experimentadas reconocen el brillo de una mujer cuando acaba de perder su virginidad, espero que no me vaya a hacer preguntas...

- Pero adelante pasemos a almorzar- comemos platillos sofisticados y deliciosos, mientras tenemos una amena y divertida conversación, definitivamente somos un grupo muy peculiar de personas y hemos congeniado estupendamente. Terminamos y nos dirigimos a la salita de té.

- Hijos debo contarles que temprano fui al Hospital San José-

- ¿Cómo te fue madre?-

- Bueno al principio la confrontación fue exasperante, Susana y su madre no tienen muchos principios morales, hablaban puras incongruencias, insistían en que te casaras con ella a la fuerza, además noté como esa niña es claramente caprichosa y consentida, acostumbrada a obtener lo que quiere aunque tenga que pasar encima de los demás. Cariño que bueno que no te dejaste envolver en su trampa. Además noté en Susana reacciones autodestructivas, así que hablé con el Dr. Stevenson, amigo mío, para que la evaluaran psicológicamente y si es necesario que la mediquen, si supieras con cuantas compañeras de teatro medias dementes he trabajado, ya las reconozco a kilómetros de distancia-

- ¿Y llegaron a algún acuerdo?-

- Cariño quedamos en que lo del compromiso y el matrimonio estaba totalmente fuera de discusión, pero que las ayudaríamos si se presentan gastos adicionales que la Compañía Stratford no pudiera pagar, sé que Robert nos mantendrá bien informados sobre eso, además las obligué a que se comunicaran solo conmigo de ahora en adelante-

El apartamentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora