El apartamento

XXIX - Domingo

Narrado por Candy

Después de leer la entrevista nos preparamos para desayunar con Eleonor, nos ha invitado al club que frecuenta, ojalá que no comente nada de las clases de ayer, después del sinfín de situaciones incómodas que tuve, se me olvidó decirle que las clases eran una sorpresa para la luna de miel... tendré que rezar para que no salga con ninguna de sus indiscreciones.

- Candy llegó esta caja- me dice Dorothy, mientras entro al vestidor para asearme y vestirme.

Hay una nota encima:

Candice fue una maravillosa entrevista, muchas gracias por cada una de tus palabras, eres realmente especial.

Te mando este vestido para que lo luzcas hoy.

Cariños, Coco

Saco el vestido y es bellísimo, es rosa pálido, a la rodilla, con encajes y una aplicaciones muy finas de cristales en el escote en forma de corazón.

- ¡Que lindo! -

- Ahora apúrate Candy que ya van tarde - logro estar lista en tiempo récord.

- Candy ¿ya estás? - me pregunta Terry desde la habitación.

- Sí, ya salgo -

- Acaba de llegar un telegrama de Chicago - abro los ojos como platos y salgo del vestidor. Él se acerca sonriendo.

- No sé cómo lo haces, pero cada día te ves más hermosa - me mira intensamente con sus ojos azul zafiro, tanto que me hace sentir desnuda y tengo que pestañear varias veces para regresar al presente.

- Gracias, tú estás tan buen mozo como siempre - le doy un suave beso en los labios y él me hala para que vayamos al sillón y me sienta en sus piernas, le sonrío - Ahora léelo -

Señorita Candy

Están haciendo grandes donaciones en varias ciudades, mañana le enviaremos el detalle para que administre los aportes a cada hogar.

George

- Oh Terry, no lo puedo creer – le digo extasiada y con unas ganas inmensas de llorar. Terry me abraza.

- Ya verás Pecas, podrás ayudar a muchos niños, además sabes que tu fideicomiso es solo tuyo, puedes hacer lo que quieras con ese dinero, yo me encargaré de darte la vida que mereces con mi propio esfuerzo - lo miro enternecida - ahora vamos que sabes que soy inglés y me alteran las tardanzas- le sonrío y salimos rumbo al club.

Llegamos, entramos al salón principal, muchas personas nos miran, Terry nota que comienzo a tensarme y me aprieta la mano.

- Tranquila Candy, es normal que nos miren, casi todos están leyendo el periódico- respiro profundo para relajarme. Escucho varios cuchicheos cuando caminamos hacia la mesa.

- De verdad es hermosa –

- Y más con su apellido –

- Seguro fue un matrimonio arreglado –

- No creo, mira como le agarra posesivamente la mano -

- Seguro tiene miedo que se le escapen los millones - miro ceñuda hacia la dirección donde escuché el comentario pero hay mucha gente, sería imposible saber quién fue.

- Dios ese hombre es un sueño -

- Y es un duque, no podría ser más perfecto -

- Terry ¿en serio las personas creen que no las escuchamos? - él sigue con su porte aristocrático intacto.