IV - Royal Hotel

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Narrado por Candy

Me despierto lentamente, miro a mi lado y me lleno de un sentimiento de pura e infinita alegría. Terry, mi Terry está abrazándome, siento como si su piel quemara la mía, suspiro profundo, se ve tan sensual dormido. Trato de recordar como me quedé dormida ayer, lo último que recuerdo es su suave toque en mi cabello, debí dormirme mientras hacía eso, estaba demasiado cansada del viaje y del sin fin de emociones que tuvimos en un solo día.

Me dedico a admirarlo, se ha dormido solo con una camiseta y su ropa interior, su rostro es muy masculino, definitivamente ha crecido, está más alto y mucho más varonil. Un mechón de cabello le cae sobre la mejilla, mientras siento como su brazo se mueve y una electricidad me recorre toda la piel ¡su mano está sobre mi seno! Dios se siente delicioso, sonrío, luego miro sus poderosas piernas y ese perfecto trasero, sí estoy a punto de babear.

- Pecas ¿ya terminaste con tu inspección? - me exalto, él abre sus maravillosos ojos azules.

- Pensé que dormías - 

- Hace un rato desperté pero intenté dormir un poco más -

- Me encanta que estemos así - acaricio su pecho con manos temblorosas.

- ¿Cómo? ¿así?- él aprieta mi seno y la sensación es gloriosa, así que gimo de placer, él me abraza mientras mete su nariz entre mi cabello - hueles delicioso - me dice levantándose un poco más sobre mí, así que siento su miembro rozándome el vientre.

- Terry ¿estás...?- le digo apenada, él asiente con media sonrisa.

- Pecas despertar contigo era una de mis grandes fantasías - siento como todo mi cuerpo se enciende y mi zona íntima se contrae, él me mira y me susurra - No hagas eso, si no quieres que te tome aquí y ahora - lo miro intensamente.

- Terry hazme el amor - tenía que decirlo, ya no aguantaba más.

- ¿Estas segura? - asiento mientras él sonríe con anhelo, toma mi mano y la coloca sobre su masculinidad, me vuelvo a contraer y acaricio toda su longitud, en serio es muy grande, cuanto deseo sentirlo dentro de mí. Él comienza un beso intenso y apasionado, mientras me toma por el trasero, haciéndome gemir fuerte. Me levanta la bata y me deja solamente con mis bragas, hago lo mismo quitándole la camiseta, me abraza con necesidad y nuestros pechos chocan desnudos, escucho como mi corazón late a un ritmo alocado. Él lame mi cuello, luego baja con besos a mis senos, hasta llegar a mis pezones para succionarlos con dedicación. Comienzo a gemir sin control, nunca pensé que no podría controlar los sonidos que salen de mi boca. Mi zona íntima se está humedeciendo, lo tomo del cabello por un impulso de pasión, él levanta la vista, sus ojos son destellantes y me susurra - Candy, te cuidaré - asiento con una sonrisa, siento tantas cosas que ni siquiera puedo hablar.

Terry toma mis bragas y me las quita lentamente admirándome, inesperadamente me siento cómoda con mi desnudez, sus ojos son tan intensos, que me gusta, me gusta que me mire, que me desee. Él se arrodilla en la cama y veo su enorme miembro cubierto solo por su ropa interior.

- Candy, mírame - me dice con su profunda voz, él se desnuda lentamente, mi respiración se agita y mi corazón ahora sí late a un ritmo desenfrenado, siento como mi femeneidad pulsa y tengo que tragar saliva cuando su virilidad queda totalmente expuesta, él la toma con su mano para dirigirla a mi entrada- Siénteme - cuando frota su punta contra mi perla, una ola de placer me recorre el cuerpo y mi interior comienza a contraerse cada vez más rápidamente hasta llegar al clímax, es un orgasmo mucho más profundo que el de ayer, me siento en el cielo, él me mira extasiado y toca mi entrada con la mano.

- Candy, ya estás lista - me abre más las piernas, aguanto la respiración mientras miro su miembro, estoy asustada y ansiosa, todo él es perfecto, su torso marcado, sus brazos grandes y poderosos, su cabello que enmarca su rostro, sus labios carnosos y sus ojos, Dios mío, sus ojos son tan hermosos que son capaces de transportame dentro de su alma. Mi vista baja de nuevo por curiosidad hasta su falo, es tan grueso y largo, que no sé como va a entrar todo en mi interior - Voy a hacerlo lentamente, no quiero lastimarte - asiento, aún no logro articular palabra. Siento como introduce la punta mientras gruñe, sigue su intromisión lentamente, así que dejo de respirar por la presión interna que me llena cada vez más, un placer inimaginable hace que me contraiga, pero mi barrera natural lo hace detenerse.

El apartamentoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin