El apartamento

LIII - Amor Grandchester

Narrado por Terry

- Tu padre quiere verte actuar el domingo- estoy asombrado y confundido, no sé cómo tomarlo.

- ¿Y qué le dijiste?-

- Que te preguntaría, tú debes tomar esa decisión, no yo -

- No lo sé - permanecemos en silencio por unos minutos, a veces necesito estar así para encontrarme a mí mismo, ella siempre lo ha sabido y me acompaña en mis silencios, de cierta manera es como si también nos pudiéramos comunicar entre pensamientos, al rato se acerca y se sienta en mis piernas, me acaricia el cabello y me mira directamente a los ojos.

- No lo pienses demasiado Terry, es un avance muy grande para tu padre aceptar tu carrera de actor, creo que está tratando de demostrártelo asistiendo al teatro- levanto mis hombros- ¿eso quiere decir que sí? -  asiento resignado - Se lo diré después de la boda se pondrá feliz - ella me besa muy entusiasmada.

Nos preparamos para asistir a la boda, Candy se pone un vestido muy sensual con transparencias, encaje y pedrería, destacando su figura y sus rizos dorados.

- Es injusto para mi madre que hoy te veas tan hermosa - ella sonríe.

- A veces creo que me idolatras esposo mío -

- Sí ¿y qué? para mí no hay nada ni nadie que se compare con tu belleza - me acerco para tomarla posesivamente por la cintura, la yema de mis dedos tocan la piel de su espalda así que la acaricio haciendo pequeños círculos, ella gime por la sensación - me encanta que te excites tan rápido - le susurro en el oído, ella se inclina hacia atrás para mirarme directo a los ojos.

- Lo que queremos hacer deberá esperar hasta la noche, no podemos llegar tarde a la boda- la trato de convencer lamiéndole el cuello.

- ¡Terrence!- me río.

- Sabes que soy persistente - ella me mira con esos enormes y expresivos ojos verdes retándome- bueno tú te lo pierdes, vamos - le respondo con una media sonrisa, la suelto y tomo una maleta negra.

- ¿Qué llevas ahí? -

- No quieres saberlo -

- Sí quiero-

- Tú lo pediste- la miro con burla, sé que no le va a gustar la información que le daré - es el juguete sexual de la barra telescópica, Albert me lo pidió prestado - ella hace una cara de espanto.

- Terry no... ¿porqué me cuentas eso? - me río fuerte, ella me insistió y ahora dice que yo le conté... - No quiero saber nada de la vida sexual de Albert y todo el mundo se empeña en contármela-

- Ya sabes Pecas, cuando te digo que algo no te va a gustar, es porque no te va a gustar, confía en mí la próxima vez - le guiño el ojo.

Nos dirigimos a la casa de mi madre donde se hará la pequeña ceremonia civil. Llegamos y vamos rumbo al jardín, la decoración representa muy bien a Eleonor y aunque la celebración es muy íntima, se ve muy bien organizada para haberse planeado solamente en unos días.

- Voy a la habitación de tu madre para saber si necesita algo, tienes que estar atento para que la ayudes a bajar- entregaré a mi madre al Duque, será algo inusual como todo lo que hacemos los Grandchester. Candy sube por las escaleras y me concentro viéndola contornear sus tentadoras caderas y le silvo en broma, ella para en seco, se vuelve y me sonríe, mientras niega con la cabeza, sigue subiendo hasta que desaparece de mi campo visual, miro hacia el altar y ahí está mi padre, me llama con una seña y me encamino hacia él.

- Terrence - me saluda con un apretón - ¿Y Candy? - es curioso que a ella la llame por su diminutivo y a mí por mi nombre completo, es el efecto Pecosa.