La Mujer Soldado Militar Con Obstinación Inquebrantable [1]

Capítulo 167: Apostando A Los Dos

Sacó la bolsa y la colocó sobre la cama. Ye Jian sonrió mientras contactaba a Xia Jinyuan; cuando abrió la cremallera, varios paquetes de objetos blancos como cristales aparecieron ante sus ojos. "Pesan alrededor de 40 kg, si mi suposición es correcta, todo esto es heroína".

Xia Jinyuan saltó de su cama como una carpa, sus pupilas profundas y hermosas brillaron con una luz fría en ellas, bramando "¡Espérame, estaré allí!"

No le dio a Ye Jian la oportunidad de negarse, inmediatamente cortó la comunicación antes de bajar las escaleras.

Y ni siquiera entró por la puerta principal. Ye Jian escuchó una luz golpeando el vidrio fuera de su ventana y se quedó allí, aturdida, durante medio segundo.

Ella se abalanzó hacia la ventana inmediatamente. Apartando las cortinas, vio al hombre peligroso, que dijo que estaba a punto de venir hace un minuto,... parado afuera peligrosamente sin ninguna barrera. Solo había unas pocas macetas de bonsai colocadas a un lado del alféizar de la ventana.

Los labios de Ye Jian se torcieron un poco mientras ella abría apresuradamente la ventana. "Hay una puerta de entrada, pero no fuiste a usarla. En lugar de eso usas...." Ella dejó de hablar a la mitad de su oración.

No podía entrar por la puerta principal, lo que significaba que, fuera lo que fuera lo que acababa de hacer, lo necesitaba para evitar ser visto. ¿Eso significaba.... que había otros socios de los criminales sospechosos en el hotel?

Cuando entró, Ye Jian, que tenía una expresión fría, inconscientemente extendió su mano y envolvió sus delgados brazos alrededor del hombro de Xia Jinyuan. "Ten cuidado, ahora estamos en el octavo piso, si te caes, incluso si no mueres, serás un lisiado".

Aunque el brazo de la muchacha era delgado, sintió una sensación de seguridad. Incluso si él no la necesitaba para protegerlo, en ese mismo momento cuando su brazo se envolvió alrededor de sus hombros, Xia Jinyuan supo claramente que había un sentimiento cálido en su corazón.

No había juzgado mal al pequeño zorro; aunque ahora solo era una estudiante, ya poseía la conciencia para proteger siempre a sus camaradas.

Él no la rechazó, incluso tomó la iniciativa de sostener sus delgados pero indomables hombros antes de saltar desde el alféizar de la ventana.

Los dos eran como camaradas que se conocían desde hacía muchos años. Bajo la iluminación de la luz tenue, su silueta alta emparejada con la baja de ella parecía extremadamente compatible.

"La heroína, que pesa cuarenta y dos kilogramos, si se convierte en dong vietnamita (moneda de Vietnam), podría vivir lujosamente durante unas pocas vidas". Ye Jian colocó la bolsa negra sobre la mesa de café mientras continuaba, "Hace una hora y cinco minutos, el Escorpión Rojo entró personalmente en mi habitación".

Las cejas de Xia Jinyuan se arrugaron y miró a Ye Jian con una mirada severa que parecía que estaba a punto de matar a alguien. "¿¡Lo descubriste hace una hora y cinco minutos, y solo me lo cuentas ahora!?" El mayor estaba un poco enojado ahora.

¿Y si algo le pasara al pequeño zorro? ¿Qué haría y cómo se lo explicaría a los dos mayores que esperaban su regreso en las montañas profundas?

"Oh, estás enojado. Pero por favor no lo seas". Después de ser barrida por su mirada, el ritmo cardíaco de Ye Jian aumentó y comenzó a explicar todo con calma. Cuando terminó, llegó a una conclusión: "...alguien que es tan difícil de manejar nunca me haría nada antes de que se completara el intercambio, ¡mañana es la competencia! Si me pasa algo, ¡toda la competencia será cancelada de inmediato! Una vez cancelado, ¿no recibiría nada a cambio?"

¡Por eso no tenía miedo en absoluto!

Xia Jinyuan no sabía si debería estar feliz o enojado, el pequeño zorro demasiado inteligente puede ser bastante preocupante a veces.

Como ella dijo, dado que Red Scorpion había escondido las drogas en su habitación, no podía asesinarla en la habitación, lo que demuestra que el dicho de que "el lugar más peligroso es el más seguro" era cierto.

¡Pero la pequeña muchacha era simplemente demasiado atrevida!

El hermoso rostro de Xia Jinyuan se volvió sombrío y suspiró suavemente, y cuando habló, la severidad que surgiría cuando se enfrentara a sus propias tropas apareció en sus cejas, "Ye Jian, ¡escucha! En las operaciones grupales, debemos asegurarnos de que en cada paso, debemos entendernos, y siempre que podamos contactar a nuestros camaradas, debemos informar nuestra ubicación y hallazgos de inmediato".