CAPÍTULO 3.-primer fragmento

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✽✿✽


Al llegar al primer piso y salir a la calle me encontré a un Oliver muy borracho balanceándose de un lado a otro.

—Oliver, ¿qué haces aquí? —le dije yo susurrando.

—No me odies, por favor, no lo hagas. —Se recostó encima de mí abrazándome—. No fue mi intención, en serio, yo no sabía que era tu hermano...

No le entendía muy bien, hablaba lento y tartamudeaba gracias al gran nivel de alcohol que había ingerido.

—Yo no quiero que me odies...

—Oliver, no te odio, por favor —Lo empuje para que se soltara de mí—. ¿Por qué no te vas a tu casa? Mejor mañana hablamos.

Me miró con tristeza.

—No me desprecies, no, por favor —me susurró.

Me volvió a abrazar, pero esta vez más fuerte. Yo no podía zafarme de su agarre.

—No, por favor. No sabes lo que he sufrido esperando encontrar a mi pareja eterna y al fin la he encontrado.

¿Yo era su pareja eterna?

—Si tu no me quieres, voy a morir. No me importa nada, ya no quiero nada, ni ser príncipe ni Alfa, ¡nada!

Estaba llorando en mi hombro, no me pude resistir y le respondí el abrazo. No sé cuánto tiempo estuvimos así, pero me gustó mucho. Al sentir el contacto con Oliver, sentía una corriente de electricidad por mi cuerpo. A la vez, era como si él me trasmitiera toda su tristeza y miedo.

Escucho un celular sonar y sé que no es el mío. Veo que es el de Oliver que está en su bolsillo, lo cojo y contesto.

—Oliver, ¿dónde estás?, ¡¿dónde mierda te metiste?! —me responde una voz desconocida.

—Hola, disculpa. Oliver está conmigo, no te preocupes —le respondí mientras Oliver se separaba de mí.

—¿Rosali? —me pregunta.

—Sí, ¿Cómo supiste que era yo? ¿Eres uno de los amigos de Oliver, que lo acompañaba en la prepa?

—Sí —me responde—, no se me ocurre otra persona a quien Oliver buscaría en esta ciudad.

—¿Podrías venir a buscarlo? Si mi familia lo escucha, nos meteremos en muchos problemas...

Oliver otra vez se abalanza sobre mí y me dice que no me va a dejar nunca.

—Por favor ven pronto —le pido desesperadamente.

Le doy mi dirección como puedo, porque un Oliver lloroso me está aplastando.

—Esta bien, ya estamos en un rato allá. Mantenlo distraído. —Me cuelga.

—No. No. No te voy a dejar jamás, ¡nunca! —grita Oliver.

—Oliver no grites por favor —intento calmarlo.

Lo abrazó de nuevo, está muy borracho y me da mucha pena.

Estuvimos un rato así abrazados mientras él lloraba y me repetía mil veces que no me iba a dejar nunca más. Veo dos autos estacionarse afuera de mi casa, salen dos chicos de cada uno, eran los 4 que acompañaban a Oliver en la prepa.

—Hola, Rosali. Disculpa lo de hoy en la prepa y los inconvenientes de ahora —me dice el de rulos algo apenado.

—Hola. Bueno, te perdono completamente si me ayudas a sacarme a Oliver de encima —le respondo con una sonrisa.

Los gemelos se acercaron y apartaron a Oliver de mí.

—¡No! —gritó Oliver.

Los empujo muy fuerte a los dos y de nuevo me abrazo.

Bendito Oliver.

—Por la diosa luna, Oliver es realmente irracional cuando está ebrio — dijo un chico con cabello negro.

—¡Tengo una idea! —dijo uno de los gemelos, el que estaba vestido completamente de negro—. Alex sube al auto y arranca a mi señal a toda velocidad. —El otro gemelo subió a un auto—. Rosali, ¿puedes subirte al auto con Oliver?

—¡No!, yo no puedo ir a ningún lado, si se enteran me matan.

—Solo sube maldita sea. Confía en mí, no vas a ir a ningún lado —dice el gemelo de cabello corto.

Miro al de rulos y al de cabello negro, pareciera que con la mirada ellos entendieran lo que iba a hacer.

—Esta bien —le respondo.

Me subo al auto con Oliver. El de rulos abre una de las puertas, me saca y la cierra. El otro gemelo agarra fuerte a Oliver y su hermano arranca a toda velocidad.

¡Oh! Era una trampa para que Oliver suba al auto.

—Perdón por eso. —El ruloso sonríe—. Si te decíamos el plan Oliver no se hubiera dejado.

—¿Me puedes explicar qué pasa?, acabo de conocerlo hoy y ni siquiera hablamos mucho como para que él haga todo lo que ha hecho —le cuestiono un poco alterada.

—Sí, lo sé. Debes estar muy confundida por todo lo de hoy...

—¿Confundida? —le pregunto sarcásticamente—. Ha dicho que no quiere ser príncipe y que soy su pareja eterna. ¡Creo que estoy más que confundida!

—Lo mejor es que Oliver te explique todo cuando ya no esté en estado de ebriedad —interviene el de cabello negro.

—Sí, creo que sería lo mejor —me dice el ruloso—. Ve a dormir, mañana tendrás una larga charla con él.

—Adiós —le digo alejándome.

Cuando ellos están a punto de subir a su auto me acuerdo de algo y les grito.

—Por cierto, ¿cómo se llaman?

—Yo soy Matt y este es Jaime —me dice el de rulos.

¡Claro! Matt y Jaime...

Carla me los mencionó, los gemelos creo que eran Alex y él de negro no me acuerdo como se llama.

—Adiós —me despido nuevamente desde mi puerta.

Los veo subirse al auto y arrancar. Yo subo a mi cuarto, me pongo mi pijama y veo la hora.

—Mierda, ¡ya son las 2am!

Me lanzo a mi cama e intento conciliar el sueño sin éxito. Empiezo a añorar el abrazo de Oliver y me cuestiono a mi misma. Si, ya me volví loca.



ALFA KINGHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin