ALFA KING

CAPÍTULO 23.-tercer fragmento

—Todo esto saldrá bien —Dylan miraba todo con detenimiento, quería ver si algo estaba fuera del lugar—. La banda está lista, los niños amenazados, la comida deliciosa y los cisnes están completos

—Por la diosa luna, ¿Te puedes calmar? —Alex quería golpear a Dylan—. Catrina y yo nos encargamos de ver que no falte nada, ¿Verdad amor?

—Sí, a cada hora me acerco a congelar nuevamente a las esculturas —hablo Crina—, y ya alimenté a los cisnes.

—Gracias a la diosa luna controlas a los 4 elementos Catrina —Dylan le sujeta la mano—. Si no, no sabría como hacer con las esculturas de hielo.

—Me siento tan gay en este lugar —Alan gruñía viendo la decoración—. Esto es demasiado de mucho.

—Cállate, tú no tienes gusto —le respondió Dylan.

—Esculturas de hielo, cines y todo lleno de rosas, ¿Y donde están los payasos? —se burló Alan.

—¿Ya revisaste la seguridad como te dije? —Dylan cambió de tema para evitar que discutan como siempre.

—Todo está en orden, no se porque te preocupas tanto por eso.

—¿Por qué me preocupo tanto por eso? —Dylan lo mira enojado—. En tu boda secuestraron a Rosali y en la mía apareció la loca de la ex de Matt y casi nos mata, con Elizabeth fugitiva hace 5 años, no me sorprendería que se colara en la fiesta y quisiera darle sus felicitaciones a los que se casan.

—Todo está en orden Dylan, además con la multifacética de mi cuñadita, deberías estar tranquilo —Alan se burló de Catrina como venía haciendo desde que todos descubrieron que podía dominar los 4 elementos—. Creo que deberías estar más preocupado de eso.

Todos voltearon a ver que señalaba Alan, vieron como los 5 niños de la casa se robaban un cisne y lo llevaban adentro del palacio. Dylan dio el grito al cielo y los empezó a perseguir junto a Alan.

Alex también iba detrás de su hijo, pero se detuvo al ver un poco decaída a su mate.

—¿Qué pasa amor? —Alex sujetó el rostro de su mate—. ¿Es por los comentarios de los chicos sobre tus poderes?

—No —mintió un poco, si le molestaba aun, pero lo entendía, sabía el carácter del círculo de Alex y sabía que eran algo pesados, pero muy lindas personas—. Solo es que ayer volví a soñar con mi familia.

—¿Con esos idiotas? —Alex se enojó.

Catrina antes de ser vampiresa había sufrido de una depresión muy fuerte, que de gran manera había sido causada por sus familiares. Frívolas personas que siempre la menospreciaron por no cumplir sus estándares de lo que para ellos era una hija perfecta, siendo causantes de la mayoría de inseguridades de Catrina.

Alex siempre la trataba con todo el amor del mundo, sabía que ella era muy frágil por dentro, cualquier cosa por más minúscula que fuera le hería y quería protegerla.

—Soñé que estaban en peligro —dijo ella bajito.

—Si te hace sentir bien, le pediré a Jaime que mande a alguien a cuidarlos —le beso su nariz—. ¿Vamos a casa a cambiarnos?, dentro de unas horas empieza la ceremonia y nosotros parecemos más criados que invitados.

—Dylan nos hizo trabajar mucho — beso su mejilla y lo abrazo—, y estoy algo cansada mentalmente.

Se fueron a su casa dejando al pequeño Estefan al cuidado de sus tíos, Dylan quería ser el encargado de vestir a los pequeños, así que no se quejaron. Catrina seguía con esa preocupación vagando en su cabeza. Después de que se fue de su casa a los 18 años, sus padres ni su hermana habían mostrado mayor interés en su vida, ya que ella era la vergüenza de la familia por vestirse como hombre y querer estudiar fotografía. Parecía que no la querían para nada, pero aun así ella no podía dejar de preocuparse, ellos eran su familia después de todo.