CAPÍTULO 11.-segundo fragmento

43.2K 3.3K 343
                                    




—¿Te encuentras mejor?

Matt palmea mi espalda mientras yo intento calmarme.

—Estoy harto—levantó la vista—. Se supone que cuando tocas fondo, no hay otra opción que las cosas mejoren; pero parece que, en vez de levantarme, el destino quiere que cabe un hoyo y caiga más bajo.

—No exageres, se que todo parece oscuro ahora—Matt estaciona el auto—. Después de todo lo que has pasado comprendo que seas pesimista, pero no todo está perdido para ti, nos tienes a nosotros, tienes un hijo que lo único malo que tiene es que se parece a ti.

Sonrió por la ocurrencia.

—También has encontrado a tu mate—prosigue hablando—. Un tanto extraña, pero parece una buena chica.

—Es una vampiresa y parece hombre.

—El mío es hechicero, ¡Y si es un hombre!, así que no te quejes.

—No creo que lo nuestro funcione.

—Mira— Matt me miró serio—. Se que en estos momentos estás en negación, créeme yo pase lo mismo cuando descubrí que Dylan era mi mate, pero lo único que provoque con mi negación es crear un sufrimiento innecesario en los dos, si yo pudiera viajar al pasado, me golpearía a mi mismo por lo estúpido que fui.

>>No hagas lo mismo que yo hice, no te digo que la aceptes de inmediato, pero al menos date la oportunidad de conocerla y verificar si pueden ser felices juntos.

—Has madurado mucho—le sonreí.

—Algún día tenía que hacerlo—sonríe igual que yo—. Pero tengo que aceptar que he madurado gracias a Dylan.

Hablamos por unos minutos más y después me bajo de su auto, ya que estábamos estacionados afuera de mi casa donde se encontraba mi padre cuidando de mi hijo.





***





—¿Quién es el niño mas lindo del mundo?

El pequeño Estefan se percata de mi presencia y sonríe ampliamente.

—Lucy se acaba de ir—dice mi padre entregándome a mi hijo—. La pequeña Gabriela es digna hija de tu hermano, la dejamos un momento en el corral con los dos pequeños y bastantes juguetes, pero la pequeña escapó, gateo hasta la sala, sujeto el control remoto y lo lanzó hacia la pantalla de plasma haciendo que esta se rompiera.

—¿Y se encuentra bien?—dije algo asustado.

—¡Más que bien!, cuando llegamos a ver qué pasaba ella reía al ver como la tv caía al suelo y se rompía en mil pedazos.

—Va a ser tremenda de grande—dije sonriendo y meciendo a Estefan.

—En cambio Bael es como su madre ¡todo sonrisas!, el pobre será el esclavo de su hermana—dice sentándose en el mueble—. Esa niña nos va a sacar la cana verde a todos.

—Es lo más seguro.

—¿Por qué has llorado?— dice mi padre cambiándome el tema.

Suspiro y atraigo más a Estefan a mi pecho.

ALFA KINGWhere stories live. Discover now