CAPÍTULO 4.-segundo fragmento

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Los 5 mejores amigos de toda la vida, se encontraban sentados en la sala de la casa de los Green. El día anterior Ruth había llegado y todos estaban sumamente nerviosos. Alan estaba preocupado de que a Alex le afectará la cercanía de ella. Desde que intentó acabar con su vida, Alan se la pasaba muy preocupado por su hermano, al punto de mandarlo a seguir y saber qué hace todo el tiempo.

—Deja de caminar de un lado a otro— le dijo Alan a Alex—. Le vas a hacer un hueco al maldito piso.

—El día de ayer sentí mucho dolor—hablo Alex sentándose—. Seguro tuvo una contracción tan fuerte que hasta yo lo sentí.

—¿Tengo cara de qué me importe lo que le pasa a esa?— a Alan le salía el odio por los poros.

—Todo tiene que ser como lo planeamos— dijo Oliver— le dirás que, aunque para todas las manadas ella vive aquí sin ningún problema, ella no podrá salir de esta casa, esta será su nueva cárcel.

Alex bajó la cabeza y asintió, al menos esto era mejor que una cárcel de "claro azul".

Jaime estaba algo nervioso, aunque todo estaba saliendo como había planeado, tenía algo de miedo de que a la loca se le zafe algo del cerebro y estropee todo. Sabía que Alan le haría enojar y ella podía cometer una imprudencia solo por lastimar al medio demonio.

—No creo que todos subamos a verla— hablo Jaime—. Le puede afectar vernos a todos ahí.

—¿Perdón? — Alan sonrió de modo maquiavélico— ¿tú crees que me importa?

—Alan ella tiene en su vientre a tu sobrino, te guste o no—Jaime le hablo serio, tan serio que Alan se sorprendió—. El bebe puede tener alguna complicación por tu comportamiento errático y estúpido, compórtate como alguien adulto al menos una vez en tu vida .

—Entonces...—Matt intentó cortar el asunto— ¿Quiénes subirán?

—Todos subiremos—Alan miraba molesto a Jaime—. Pero solo Oliver hablará, solo presenciaremos la escena.

Jaime disimuló su enojo como siempre, si había alguien en el grupo que nunca podría manipular en su totalidad es a Alan. Él siempre hacía su voluntad y nadie lo podía hacer cambiar de opinión fácilmente.





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Alex temblaba, su cabeza daba vueltas. Quería llorar, quería gritar, quería abrazarla, quería pedirle perdón, quería reclamarle y no importaba lo difícil que podría llegar hacerlo, él lograría que la relación de ambos vuelva a lo de antes ... o eso pensaba él.

—Eso es todo lo que tengo que decir —terminó Oliver de explicar a Ruth como sería su nueva situación—. Espero que no compliques las cosas y colabores con nuestro trato.

—Así que esta casa es mi nueva cárcel—Ruth sonrió amargamente, miró a Jaime y este la asesinó con la mirada—. ¿No tienen nada más que decir?, porque estoy cansada y su presencia me molesta un poco.

Alan quería matarla, literalmente, solo verla le causaba ganas de vomitar.

—Me largo de aquí— Alan intentó salir de la habitación, pero se quedó parado en la puerta—. Vámonos.

ALFA KINGWhere stories live. Discover now