CAPÍTULO 30.-tercer fragmento

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—¡Por favor! —Catrina lloraba desesperada—. ¡Necesito saber cómo está!

Oliver intentaba hacerla entrar en razón.

—Por favor Catrina, los médicos están haciendo lo mejor que pueden —la cogió por los brazos —. Tienes que ser paciente.

Catrina lo abrazo intentando dejar de temblar y llorar, Oliver aprovecho el acercamiento para quitarle suavemente el collar, el cabello rojizo y largo que tenia Catrina desapareció para tener su anterior negro y mediano. El sintió como la vampira perdía musculatura y volvía a ser más delgada, su agarre no tenía tanta fuerza, pero su llanto seguía siendo desgarrador.

Vio a Matt sentado en el suelo en una esquina con la cara tapada con sus manos. Estaba llorando en silencio

—¡Alex! —Alan entraba herido y con cara de lunático a la sala de espera— ¡Alex!

Vio a Catrina y quedó inmóvil, ella se separó de Oliver, miró a Alan y empezó a temblar más.

En ese preciso momento apareció el doctor encargado.

—Mi rey —se dirigió hacia Oliver, los demás se acercaron—. Debo informarle, que los miembros del escuadrón Jeremy, Jaime y el joven Dylan están fuera de peligro, aunque siguen inconscientes.

Matt sintió que el alma volvía a su cuerpo.

—Porque... —Alan estaba muy nervioso—. Porque no siento a mi hermano...

—Yo tampoco siento a su lobo —acotó Oliver.

—El Joven Alex... —el doctor suspiró—. El joven Alex fue atacado con una espada de plata pura que fue bañada con una especie de veneno que se ha impregnado en todos los órganos que entraron en contacto con el arma, hemos podido detener el veneno, pero al parecer la regeneración no está sucediendo, su cuerpo está demasiado dañado, el joven Alex fue inducido al coma hasta que logremos saber como volver activar en su sistema la regeneración.

Catrina empezó a sollozar más fuerte aferrándose otra vez a Oliver.

Alan salió del hospital rápidamente sin decir nada.




****





El dolor de cabeza era infernal, le costó abrir los ojos por el color blanco deslumbrante que tenían las luces de la habitación. Escucho la voz de alguien cerca de él, después de unos minutos luchando con el dolor pudo concentrarse en lo que decían.

—Se supone que no debería tener esto.

Pudo reconocer la voz de Alan cerca de él, giró la cabeza y pudo ver a Alan mirando a Alex, que estaba en una camilla cerca a la suya. Alan tenía algunas lágrimas en su rostro, Jaime se asustó un poco, ¿Qué le había sucedido a Alex?

—Por supuesto que lo usare en ti, eres mi hermanito, lo siento por no decirte lo mucho que te quiero en persona —Alan sujetó la mano de su hermano y empezó a sacar una pequeña cadena de su bolsillo que tenía un pequeño frasco colgando.

Jaime ahogó un grito alarmando a Alan, Jaime empezó a negar con la cabeza.

—Jaime no, no es lo que crees.

—¡No me toques! —Jaime sintió una punzada de dolor en el pecho, el remordimiento pudo con él, se levantó un poco de la cama quedando sentado—. Me dijiste, tu me dijiste ... que ya no tenías más lágrimas de ángel , ¡Tú me lo juraste!

ALFA KINGWhere stories live. Discover now