CAPÍTULO 12.-primer fragmento

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—¡Alan! —grita Rosali mientras el tan Dylan esta que lucha por respirar.

—Alan, para —le digo yo.

—¡No! Este idiota ha hechizado a Matt estoy seguro —grita.

Dylan vuelve a respirar, pero empieza a levitar.

—Alan, no seas infantil —dice Jaime.

—Habla, gusano. ¿Qué le hiciste a Matt? —le digo yo a Dylan.

—Caeci quid daemoni —grita Dylan mientras sus ojos se ponen azul brillante por unos segundos.

—¡Estoy ciego! —grita Alan, me fijo en sus ojos y los tiene blancos totalmente.

—Bájame o no te devolveré tu vista —dice Dylan.

Él cae al piso bruscamente y Rosali lo ayuda a levantarse.

—Daemonio sanandum —dice y sus ojos se ponen nuevamente azules brillantes.

—¿Ante mortem ultima verba tua? —dice Alan ahora con los ojos rojos. Oh no su demonio.

—¡Ya basta! —me pongo en medio de los dos antes de que el demonio de Alan mate a este idiota. No es que me importe, pero si él muere, Matt también.

—No le hice nada a Matt, estoy tan consternado como ustedes —dice Dylan.

—¿Matt es gay? —pregunta Jeremy.

—¡Claro que no! No tienen idea de con cuántas chicas ha estado —responde Jaime.

—Aunque con esas bromas raras... —dice Alex.

—Cállate, Alex. Tú sabes que eran solo bromas —le refuta Alan que domina su cuerpo otra vez.

—¿No me dijiste que los mates nunca eran del mismo sexo? —le pregunta Rosali a Dylan.

—No ha sucedido antes —le responde este.

—¿Tú eres gay? —le pregunto.

—Sí.

—¿Un hombre lobo hechicero gay? —pregunta Alex.

—Yo sigo seguro que tú le hiciste algo —repite Alan.

—¡Ya! —grita Lucy—. ¿No creen que este interrogatorio se lo debería hacer Matt?

—Cállate Lucy —le respondo.

Llamo a Ulises.

—Sí, alteza —dice Ulises entrando a la enfermería.

—Escolta a este señor —señalo a Dylan— a su casa y quiero que resguarden su casa por su protección. También para que no escape.

—¡Oliver! —grita Rosali.

—No te metas en esto. —Estoy muy enojado con ella por haberme ocultado cosas.

—Yo me iré con él —dice Rosali agarrándole del brazo a Dylan, pero su hermano la jala.

—Jeremy, ¿puedes llevarla a su cuarto y cuidar que ella tampoco se escape? —le pregunto.

—Justo eso iba hacer —me responde este.

—Perdóname, Dylan —dice Rosali mientras Jeremy la arrastran fuera de la enfermería.

ALFA KINGWhere stories live. Discover now