ALFA KING

CAPÍTULO 5.-tercer fragmento

—Te amo—susurraba dando besos en toda su espalda—. Todo estará bien.

—Soy un inútil—Oliver se dio la vuelta para quedar frente a frente.

Su cabello revoloteado lo hacía ver como un chico normal pero su semblante triste me rompía el corazón. Acercó más nuestros cuerpos desnudos tapados por unas finas sábanas y hundió su cabeza en mi cuello.

—¿De qué me sirve ser un rey si no puedo proteger a mis seres más queridos?

—Lo que pasó con Ruth no es algo que se podía solucionar—intentaba calmarlo.

—No es solo eso Rosali, yo realmente no sirvo para nada—su voz se rompía cada vez más—. Prácticamente Jaime y Matt manejan todo, solo soy la imagen del maldito reino que causa respeto entre las manadas... , ahora que lo pienso ni eso soy, si hay alguien que da esa imagen es Alan, yo no puedo proteger ni gobernar a nadie, si no fuera por lo chicos todo esto se iría al tacho de basura.

—Entonces renuncia y déjale el puesto a Alan—bese sus labios por un momento corto.

—¿Acaso quieres que comience el fin del mundo?, ¿Quieres ver cómo esclaviza a los humanos?—dijo sonriendo.

Su sonrisa es la cosa más hermosa del mundo, ¿Se nota lo enamorada que estoy?

—Tu eres el pilar de todo esto—alce mis brazos y señala todo—. Tal vez no te des cuenta pero tú siempre los guías por un mejor camino, dime ¿Qué alfa se enfrentaría al mundo con tal de proteger a su mejor amigo?—lo dije por Matt— ¿Qué alfa pone el bienestar de los demás en vez del suyo?, si tus amigos brillan es porque tú los has ayudado a brillar—acaricie su rostro—. ¿Qué alfa soportaría a su amigo semidemonio, que lo amenaza todos los días con matarlo y matar a su mate e incendiar todo el reino?

—Buen punto— dijo besando mi mejilla.

—Si todos supieran lo inseguro que eres...

—Solo lo sabes tú—beso mi cuello—. Pero tú no dirás nada, ¿verdad?

—No lo sé—mordí mi labio desviando la mirada.

—¿Cómo que no lo sabes?—alzó una ceja

Salté rápidamente de la cama, pero con un solo brazo me jalo y me tumbó nuevamente. Yo reía muy fuerte mientras él se ponía encima mío sujetando mis brazos y sonriendo siniestramente.

—Te cerraré la boca a besos.

Me beso con fiereza mientras yo me movía mucho para molestarlo. Puso todo el peso de su cuerpo sobre el mío dejándome inmóvil.

—Mala— se quejó separándose de mí cuando le mordí los labios.

—Me has aprisionado en contra de mi voluntad.

—Soy malvado ¿Qué harás?

—Te dejaré— le saqué la lengua y su mirada se oscureció—, y jamás volveré.

—Nunca cariño mío—dijo soltando mis brazos y sujetando mis caderas—. Tu eres mía para siempre.

***

—Quédate quieta—decía Lucy mientras intentaba ponerme orquídeas en la cabeza.

—¿No crees que voy demasiado arreglada?

—Los alfas estarán entrando y saliendo del palacio, estarás topándome con ellos a cada momento, tienes que estar presentable.