ALFA KING

CAPÍTULO 10.-segundo fragmento

—¿Estás bien?—dijo Matthew entrando a mi habitación—. Pensé que después de todo lo que paso te quedarías en el palacio.

No lo mire, estaba tan sumergido en mi autodesprecio que no tenía palabras.

—¿Estás herido?—se acercó a mí— en ese caso deberíamos llevarte al hospital...

—Estoy bien—dije interrumpiéndolo

—Entonces porque tienes cara de muerto—después tuvo un gesto de haber recordado algo—. En la reunión dijeron que Evangeline era tu mate...

Me levanté rápidamente al escuchar su nombre.

—¿Estas así porque marcaron a Evangeline verdad?—dijo cauteloso—. Pero dijeron que tenía solución, solo tienes que marcar sobre la marca de Alik.

—No menciones a ese bastardo, además ya la marqué.

— ¡¿Enserio?!—dijo sorprendido—. ¡Eso es genial!, no pensé que Oliver te diera permiso para marcar a su hermana siendo ella tan pequeña, pero viendo la situación creo que es lo más apropiado.

—No le pedí ningún permiso—lo miré serio—. Simplemente lo hice.

—Carajo—Matthew se sentó a mi lado—Por eso tienes esa cara, ¿ustedes...?

—¡No!—lo interrumpí sabiendo por donde iba la pregunta—¿Qué clase de persona crees que soy?

—¿Y cómo te controlaste? Después de la marca uno se pone en celo.

—Salí corriendo después de hacerlo—tape mi cara con mis manos—. No quiero saber qué estará pensando ahora que seguro retomó la conciencia y no me ha encontrado a su lado.

—Es lo mejor que has podido hacer—me alentó—. Además eso hace que las cosas sean menos complicadas.

—¿Y qué castigo le dieron al maldito de Alik?

Él miró hacia otro lado

— ¿Matthew?

—Ninguno.

—¡¿Que?!

El me explicó lo que hizo por Rosali y que mató a su padre cuando este estaba a punto de matar a Lucy.

—Si no hubiera marcado a Evangeline, el enfermo de Egor la hubiera matado.

—De todas maneras lo odio, sentir su olor en Eva fue la cosa más horrible que he sobrellevado.

—El padre de Evangeline ha llegado—dijo poniendo su mano sobre mi hombro—. Creo que deberías ir a hablar con él y pedir a Evangeline.

—¿Pedirla?

—Ya la marcaste hermano—se burla de mi—. Ya no hay vueltas atrás, eres un hombre comprometido ahora.

***

—¿Jaime te encuentras bien?—dije mirándolo con la expresión totalmente desencajada y asustado saliendo de la habitación de Evangeline—. ¿Eva está bien?

—¿Has visto a tu hermano?

—No, ¿Por qué?

—¿Qué haces aquí?