ALFA KING

CAPÍTULO 14.-primer fragmento

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—¿Quieres un poco? —le pregunté a Dylan señalando mi bolsa de gomitas gigante.

—Oh sí, gracias —dijo cogiendo algunas.

—¿Por qué los hombres arreglan todo a golpes? —preguntó Rosali.

—¡Hey! No nos metas a todos en el mismo saco —se quejó Dylan.

—Me refiero a estos hombres. —Rosali señalo a mi querido hermano, a mi prometido y a todos los demás que se agarraban a golpes en su despacho.

—Ya de por si los hombres normales son muy agresivos, imagínate hombres lobo —le respondió Dylan.

—¿No crees que deberíamos pararlos? —Di la idea.

—yo puedo hacerlo, pero me costara mucha energía —sugirió Dylan.

—Por favor, paralos, al comienzo era divertido, pero ya me aburren —suplicó Rosali,

—Está bien.

Dylan se paró de los asientos que habíamos puesto en la puerta mientras los demás destruían el despacho de mi hermano. Después de que le dijera que sí a Alan, el llamó a Matt para que reuniera a todos para darles las noticias y para que llevara a Dylan, porque Alex le contó que Rosali armó un gran lío por no encontrarlo en su casa. A penas entramos al despacho de Oliver, él se le fue encima a Alan (seguro percibió mi nuevo olor), Matt también quiso golpear a Alan, pero Alex se le enfrentó, al final todos los chicos (menos Dylan que por cierto me cae muy bien) se metieron a la pelea.

—Paralyzation motus—dijo fuerte Dylan y todos se quedaron inmóviles.

—¿Estás bien, Dylan? —preguntó Rosali.

Dylan cayó al piso, pero no se desmayó.

—No es nada —dijo mientras lo ayudábamos a levantarse—. He tenido un día realmente pesado y cuesta mucha energía y magia parar a estas masas de músculos sin cerebro —dijo señalando a los chicos que no podían ni hablar, pero lo mataban con la mirada.

—Mejor me siento —dijo Dylan que parecía muy mareado.

Me acerqué a Oliver, que estaba encima de Alan en el piso justo con el brazo levantado. Él no podía moverse, pero me seguía con la mirada

—Yo marque a Alan primero. —Abrió mucho los ojos—. Es mi culpa que esto sucediera, por favor, no lo culpes a él.

—Aléjate de ellos, Lucy. Tengo que deshacer el hechizo porque no sé qué pasa si lo dejo así por mucho tiempo. —Me aleje un poco de ellos—. Interficiam incantatores —dijo Dylan muy firme.

Todos empezaron a moverse como antes.

—¡No vuelvas a hacer eso Dylan! —se acercó Matt.

—No seas tan dramático —le respondió este.

—¿Te encuentras bien? —le preguntó Matt.

—¿Oliver, a dónde vas? —le pregunté cuando vi que mi hermano salía de su despacho dejándonos a todos.

—Necesito estar solo —respondió.

Seguí a mi hermano hasta su cuarto deteniéndolo en la puerta.

—Necesitamos hablar, Oliver. Tengo que explicarte cómo sucedieron las cosas.

—Ahora no, Lucy. —Me cerró la puerta en la cara.