ALFA KING

CAPÍTULO 23.-primer fragmento

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—El regenerara toda su piel, solo le tomará un tiempo ya que aún no se ha trasformado—les explicaba el doctor.

—¿En cuánto tiempo?— pregunta Matt.

—Aproximadamente un mes—le respondió.

Mi cabeza daba vueltas, me sentía tan culpable de haber dañado a unos de mis mejores amigos.

—¿Pero no tendrá problemas después no?—hablo Jaime.

El doctor sonrió por la preocupación de los chicos.

—No, el príncipe quedará igual que antes, dentro de 5 minutos podrán verlo.

El doctor se fue y los chicos se sentaron de nuevo junto a mi.

—Ojalá me cuelguen, me lo merezco.

—¡Deja de decir tonterías!—Jaime estaba irritado—. Ahora solo hay que pensar en cómo se lo diremos al Rey.

—Mi padre nos matara—Alex escondió su cara entre sus manos.

—El único que tuvo la culpa de todo esto fui yo, así que no se preocupen.

—Chicos ya pueden pasar— nos avisó el doctor.

Mi corazón se paró cuando vi a Oliver tan mal, gran parte de la piel de su brazo izquierdo y su cara estaba quemada, tenía ampollas horribles por doquier y con las justas podía abrir un solo ojo

—¿Tan mal me veo?—Nos preguntó.

—Esto es mi culpa—mi voz se rompió.

—¡No te atrevas!— hablo Oliver alzando todo lo que podía de su voz—. ¡Si yo viera a mi novia besando a otro hubiera reaccionado del mismo modo!

—Lo siento muchísimo—me acerque a Oliver y le sujeté la mano—.  ¡Te lo voy a compensar!

—Por supuesto que me lo vas a compensar ¡serás mi esclavo por tres semanas!

Todos en la habitación rieron.

***

Ya habían pasado tres semanas desde el baile de la escuela, Oliver ya casi estaba como nuevo y hoy fue mi último día de esclavo ¡las tonterías que me hizo hacer! Pero todas las valían para saldar mi cuenta con él.

Todo había vuelta a lo normalidad, excepto yo. No hay día que pienso en Cecilia y en lo sucedió, aunque me duela en el alma me parece que lo mejor es que yo no sea su mate, yo le hubiera hecho daño como se lo hice a Oliver y no creo que lo hubiera perdonado nunca, aunque me hubiera encantado despedirme de ella, daría lo que fuera por verla por última vez.

—Ya me voy a dormir.

Me dijo mi hermano que estaba sentado al lado mío jugando videojuegos en mi habitación, ahora él tenía una habitación propia y es la primera vez que lo agradezco.

—Si ya es muy tarde—mire el reloj—. Son las 2 am.

—Igual tomare una ducha ¡tengo demasiado calor!