ALFA KING

CAPÍTULO 21.-tercer fragmento

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La madre de Matthew fue sacada del lugar, solo quedaron Estefan y Matthew. El alfa miraba a su hijo, pero Matthew estaba como perdido mirando a la nada.

—Entonces...—empezó a hablar Dánae—¿tú no le hiciste nada a mi padre?

—Esta pendeja—se burló Dylan.

—¿Crees que lo hubiera permitido?—hablo Matthew—¿después de todo Dánae?

Jaime frunció en ceño al darse cuenta de las confianzas que tenía con su mate.

—¿Pero tu manada no la atrapaba a cada rato?—preguntó Jaime.

—Esta chica se disfraza a cada momento, a veces mis hombres no saben diferenciarla, pero ellos saben que están prohibidos tocarle un pelo si lo hacen—hablo el alfa Estefan.

—¿Si tu no mataste a tu hermano y al cazador, entonces quién lo hizo? —habló José.

—El vampiro—hable yo y todos estaban de acuerdo.

—Tal vez ustedes estén conmocionados por todo lo que acaba de pasar— Alan se levantó de la mesa mirándonos a todos—. Pero yo no me olvido que este desgraciado mandó a matar a Jeremy y casi mata a Dylan.

Alan se acercó a Estefan.

—¿Qué excusa tienes para eso?

Estefan resoplo.

—Soy culpable de todo eso—levanto la vista y miró directamente a Jeremy—. Me cegó la avaricia y el poder ... lo siento.

—¡Ah lo siento!—respondió dramático Dylan—. Mi pecho perforado por sus balas no lo quieren perdonar ¡fíjese!

—¡Ustedes también engañaron a mi hija!—esta vez miró a Alex—. ¡La utilizaste!

—Eso no es cierto—se defendió Alex.

—¿Y eso que tuvo que ver con Rosali?—pregunto Dylan.

—¿Cómo pudiste apoyar eso?—le pregunto Dánae a Matthew.

Matthew evitó la mirada y Jaime parecía fastidiado.

—Todo pasó muy rápido, no es culpa de ella—la defendió Matthew—, ella solo estaba enojada, está embarazada, si tienen que condenar a alguien...

—Por ella secuestraron a tu verdadera hermana, la mataron de hambre y la metieron a un calabozo y ¿aun así la defiendes?—hablo Jeremy.

—¿La mataron de hambre?, ¿calabozo?, ¿no se supone que la tenían en una recamara? — Matthew miró a su padre.

—Lo siento— dijo de nuevo Estefan.

—Rosali es mi mate—todos los alfas me miraron consternados—. Ya sabrás cuales son las consecuencias de todo esto.

—Lo sé, pero solo pido piedad por mi hija—se arrodillo—. Sé que también se equivocó y que provocó mucho daño, pero ella estaba segada por el dolor—miro a Alex—. Ella escuchó una conversación con tu hermano donde ustedes decían que la habían utilizado.

Alan se golpeó la cara y Alex cerró los ojos.

—Ahora todo tiene sentido—se lamentó este.