ALFA KING

CAPÍTULO 22.-primer fragmento

↫↬

—Eres una bestia Alan—le recrimina Matt.

—¿Querías que dejara que mate a Oliver?—Alan se recuesta en la pared—. A propósito ¿Qué estaban haciendo para que se enojara tanto?

Matt cargo a Dylan y lo recostó sobre la cama, Alan lo había asfixiado hasta que perdió el conocimiento.

—¿Dime que está vivo por favor?— Hablo Jaime entrando a la recamara.

—¿Estás bien Oliver?—Alex me ayudó a levantarme.

—Creo que me rompió una costilla, pero ya me estoy curando—le conteste.

—¿Qué fue lo que sucedió?—preguntó Jaime—.  Se escuchó demasiado ruido.

—Matt y yo no abrazamos, Dylan nos vio y me lanzo contra la pared con sus poderes—explique.

Alan empezó a reír a carcajadas.

—Celosito nos salió—se burló el desgraciado.

—¡Cállate Alan!—le grito Matt.

—¿Y que hacían tú y Matt abrazados?—pregunto Alex.

—Si querían intimidad, debieron esconderse bien— hablo Alan.

—Deja de decir estupideces Alan, solo arreglamos una situación pendiente— explicó Matt.

—¿Y esa situación pendiente es que le revelaste que tú y Dylan ya tienen una relación formal?—Alan empezó a caminar por el cuarto con una gran sonrisa en la cara mientras Matt se enojaba más

—Alan—le advirtió Jaime.

—¿Que?, ¿ Acaso no nos ha estado mintiendo desde mi boda?—le recrimino.

—Si— se le enfrentó Matt—. Estoy con Dylan desde entonces.

—¿Enserio?—se sorprendió Alex—. ¿Soy el único que no lo sabía verdad?

—Unas de las pocas virtudes que no tienes amigo mío, es que no eres muy veloz en pensamiento—le dijo Jaime.

—¿Así que eres gay? —preguntó Alan.

Matt se sentó en la cama mirando a Dylan.

—Supongo.

—Bien—contestó Alan haciendo una mueca extraña y dirigiéndose a la puerta—. Ya tuve suficiente de ustedes por hoy, vámonos Alex.

—Adiós chicos—se despidió Alex.

Matt miró triste como Alan se iba lo más rápido del cuarto.

—No lo acepta—se lamentó.

—Le tomará un tiempo—le contesta Jaime—. Además no ha explotado cuando se lo dijiste, ¡eso es un milagro!

—Pues no me importa si no lo acepta, no dejare que nadie se interponga entre Dylan y yo, aunque me cueste la amistad de ese idiota, tarado, estúpido...— Matt se quiebra.

—No exageres—Jaime le pone su mano en el hombro—. ¡Es Alan!

—Si Matt, sabes que, aunque lo niegue rotundamente Alan nos quiere mucho, eres como un hermano para él solo dale un poco de tiempo, además a él le agrada Dylan—le dije.