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Desayuno

—Bien... al menos se ve perfecto. — repaso una vez más mi intento de arte culinaria.

Ya casi falta una semana de navidad, lo que se traduce en según Jinnie, un día especial para pasar junto a la familia y amigos.

En dicha festividad como tradición, se suele entregar un pequeño presente a las personas que son muy importantes en la vida de uno. Motivo por el cual se ofreció a llevarme al centro comercial, para comprar uno que otro regalo para ese día.

He reflexionado seriamente en hacer sólo lo que me cause felicidad y no pensar más allá. Evitar complicarme la existencia y aprender a ser un buen apoyo para Taehyung.

Ya ha sido suficiente, es momento de que yo sea su fortaleza. Ha dedicado tanto tiempo, paciencia y amor a mi, que se ha descuidado él. Y eso no debe ser así, debo esforzarme el doble para retribuir todo lo que ha hecho desde que ocurrió el accidente.

Jinnie se ha comportado como un muy buen hermano mayor, dedicando gran parte de su tiempo libre a enseñarme a utilizar correctamente tanto el celular como la laptop. También gracias a las maravillas del internet, he comenzado a utilizar la cámara fotográfica como corresponde, no como antes pero como diría Namjoon "No hay nada que no lo pueda resolver un buen tutorial".

Volviendo a la laptop, he terminado por descubrir todo un nuevo mundo sobre mi vida pasada, incluso cosas banales como los archivos musicales y videos al azar, se encuentran allí. Sin embargo, los hallazgos más significativos fueron las carpetas de fotografías; en donde cada una contaba una historia pasada y olvidada en mi memoria.

Pude sentir como mi corazón palpitaba furiosamente cada vez que abría una de las imágenes, incluso experimenté cada emoción, impregnándome de su esencia e imaginando cómo fue que sucedieron las cosas para lograr la belleza plasmada en ellas.

Si alguien se dignase a decir que fue capaz de enamorarse a través de la pantalla, de una imagen o fotografía, no lo dudaría en absoluto. Creo que acabo de caer en el mismo hechizo.

Por otro lado y no deja de ser curioso, es lo sistemático y meticuloso que solía ser. Pude notar ciertos rasgos de mi personalidad pasada, al indagar más allá en todo el mundo qué significaba Jeon Jungkook.

Como dijo él doctor, es fundamental husmear y estudiar lo que más pueda de mi yo pasado, es la única forma en que puedo comenzar a liberarme de ciertas angustias y aprender a vivir con mi presente porque ¡Vale!, ordenado y estructurado está muy lejos de mi, hoy en día.

Con lo anterior a mi favor, me dediqué a leer documentos y trabajos que están relacionados con mis estudios, por lo que prácticamente he estudiado sin parar desde que los descubrí. Es todo un mundo nuevo pero realmente muy fascinante, ahora soy capaz de entender porque elegí licenciatura.

De alguna forma hay que salir adelante dice mamá y si nunca seré capaz de volver a recordar, entonces voy a aprender todo lo necesario para poder recuperar en parte mi vida.

Eso nos lleva a éste momento exacto, donde me he levantado más temprano de lo normal para preparar el desayuno a Taehyung. Para ser sincero, las cosas han ido bastante bien estos días, paso a paso vamos avanzando, cada vez acortándose más la distancia que se había producido luego de lo sucedido.

He intentado actuar como debe hacerlo un verdadero novio, sé que no me lo ha pedido pero tampoco se ha quejado.

Básicamente lo saludo y me despido de beso. Si bien fue incómodo al principio, con el pasar de los días nos hemos terminado por acostumbrar. También suelo abrazarlo más seguido, lo ayudo con las cosas de la casa más todo lo que esté a mi alcance. Además, tomé seriamente el consejo de mi amigo y he aprendido a controlar mis impulsos asesinos con Bogum.

Si bien han pasado varios días desde que lo hicimos, no me ha vuelto a tocar otra vez. Se está controlando y eso es justamente lo que no quiero, porque si hay algo que me está atormentando a partir de ese día, es el deseo. Y si a eso le sumamos que todas las noches me abraza al dormir, se está volviendo insoportablemente doloroso.

De cierta forma lo comprendo, está esperando a que estemos preparados mentalmente, más fuertes y sin tantas dudas de por medio. Se lo escuché el otro día, cuando conversaba con su madre a través del teléfono.

Bien. Me abofeteo mentalmente y tomo con orgullo la bandeja con el desayuno. Luego ingreso a la habitación y dejo la bandeja con cuidado sobre el velador.

Intento despertarlo, moviendo con suavidad su cuerpo con una de mis manos, pero ni al caso, así que me filtro entre las sábanas para poder abrazarlo, depositando un beso sobre la comisura de sus labios para luego susurrarle en el oído. —Despierta, cariño.

Abre los ojos al instante, restregando sus párpados con los dedos. Sonríe y me devuelve el beso pero ésta vez, sobre los labios. Tan suave y delicado, que me deja con ganas de más.

Me levanto rápidamente y le indico que se acomode mientras tomo la bandeja, para luego ubicarla sobre sus piernas. Su mirada viaja sobre ella y sobre mi pero al cabo de unos segundo, coge una de las tostada para pegarle el primer mordisco. Cierra los ojos por un instante mientras mastica, luego los abre y me observa con aquellos ojos levemente emocionados, los mismos que intentan luchar por no derramar las lágrimas.

—Esto es más de lo que necesito, eres tan perfecto. Te amo, te amo tanto mi vida. —musita, acariciando el costado de mi rostro.

Sonrío tras escuchar sus palabras, he descubierto una felicidad inexplicable cuando es él, quién disfruta de mis atenciones. Sin duda las mañanas se han vuelto, mi momento favorito del día.