Avión

4.8K 637 59
                                    

La vida es hermosamente caótica pero esto, esto lo supera.

Tae está como un loco corriendo de un lado a otro, entre la ropa y las maletas, entre los "falta esto y aquello", entre los artículos de aseo personal y los "¿Hará frío o calor?", entre las pastillas y los documentos...

Y... ¡Mierda!, no puedo dejar de reír mientras intenta guardar todo de forma ordena pero sin éxito.

—Deja de reír y ayúdame. —demanda sonado algo afligido.

Me acerco aún sosteniendo mi sonrisa, ayudando a ordenar todo en el interior de las maletas. Agregando un par de cosas más que creo serán necesarias.

Nam y Hoseok se marcharon hace una hora atrás, escudándose con una cita doble que habían planeado con unas chicas que conocieron en la fiesta de año nuevo de Minho.

Respecto a la validación de los tickets de avión, no hubieron contratiempos grandes, excepto que el único cupo que encontramos disponible fue a las 05:45 de la madrugada.

Si bien hemos intentado dormir antes de irnos al aeropuerto, las ansias por llegar a la isla son tan grandes que ha terminado por mantenernos despiertos.

Es increíble que desde un momento a otro, sucedan sólo cosas buenas. Es tan increíble que me asusta pero al menos, me mantiene ilusionado.

Yoongi duerme en el sofá, esperando a que se acerque la hora. Y Seokjin, ha llegado hace minutos atrás luego de ofrecerse para llevarnos en su auto al aeropuerto.

—Yeontanie... Aún no he preparado su maleta. —indico, restregando mis ojos por el inminente sueño.

—Es una mochila Jungkook, no una maleta. Además, para tu tranquilidad ya la hice. —señala, apuntando el lugar en donde se encuentra apilada.

—¿Qué cosas guardaste?. —inquiero. —Porque Tannie estará un par de días sin nosotros. —abulto los labios en un puchero ante la tristeza por dejarlo solo. —Nos va a extrañar tanto...

—Lo esencial. —responde. —Comida, juguetes, huesito para los colmillos y...

—¿Y la ropita? —interrumpo.

—También ropa, Jeon —emblanquece sus ojos. —Estará bien, no sé quedará solo, lo cuidará Jin en su casa. —me besa y luego acaricia mi cabello.

—Lo sé pero es difícil. Es nuestro bebé, nos extrañará. —me cruzo de brazos, evitando hacer una pataleta.

—Seokjin nos dará un reporte diario si eso te tranquiliza, ¿Verdad? —pregunta dirigiéndose a mi amigo, quien asiente entre risas.

Yoongi al fin despierta, murmurando maldiciones mientras camina hacia el baño. Por mi lado, vuelvo a repasar mentalmente todo lo que debemos llevar para que nada falte y cuando me siento más tranquilo, Seokjin hace una seña para que nos apuremos.

Quince minutos más tarde, salimos rumbo al aeropuerto. Guardamos nuestras cosas en el maletero del auto y luego nos subimos para sentarnos en los asientos traseros.

Tannie va en su canil de transporte y Yoongi de copiloto, dándonos toda clase de indicaciones respecto a Jeju pero Tae, se encarga de recordarle de que ya hemos estado allí antes y que por lo tanto, no debe preocuparse.

Me pregunto ¿Cómo habrá sido ese viaje?. Puedo imaginarlo, después de todo fue lo primero que recordé, a medias pero lo hice.



★☆★



Ya en el aeropuerto, nos apresuramos a despedirnos de Yoongi y Seokjin, para luego abrazar una última vez a Tannie antes de ubicarnos en la fila.

Nos detenemos incluso a observar como nuestros amigos se pierden a la distancia. Estoy emocionado, no obstante, algo me tiene preocupado.

La fila avanza con rapidez y de pronto, hemos llegado al mesón de atención. Respondemos una serie de preguntas, revisan nuestros documentos y reciben nuestro equipaje. La chica es amable, incluso nos da un par de indicaciones que deduzco son de protocolo. Da igual, para mí todo es nuevo.

Continuamos nuestro recorrido hasta detenernos en el control de detección de metales. Es gracioso, se siente como si estuviésemos en algún tipo de película de taquilla.

Sin embargo, en el avión las cosas son diferentes. Nos regalan un bocadillo a pesar de que sólo se trata de un par de horas. La semana pasada leí en un artículo de internet que ver a través de la ventana del avión, era una gran experiencia. Digo era porque cedí ante el sueño y me perdí la vista.

Perdí tanto la conciencia que no supe más hasta que aterrizamos, ya que la voz del copiloto resonó tan fuerte en mi oído, que terminó por espantar mi sueño.

Consejo, cuando alguien te diga que hace todo mecánicamente, créele. Lo acabo de comprobar; un segundo estas en el avión y al otro, acabas de llegar al hotel. ¿La hora?.. oh, sí. Son cerca de las ocho de la mañana.

Estoy pensando seriamente lanzarme sobre la cama y dormir hasta la noche pero hace un calor infernal y dudo que bajo esas circunstancias pueda hacerlo.

Al menos me queda el consuelo de que este viaje será maravilloso. Estar lejos de toda preocupación siempre es bueno. Tal vez un descanso ayude a aclarar mi mente y quién sabe, capaz termine recordando algo más...



 Tal vez un descanso ayude a aclarar mi mente y quién sabe, capaz termine recordando algo más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




Capítulo flojo como el día...

LMA | VK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora