Te quiero

5.4K 822 57
                                    

Luego de ésta gran noche, cada uno de los invitados comienzan a retirarse a excepción de los padres de Jungkook, quienes se ofrecen amablemente a ayudarnos con el orden y la limpieza del departamento. Sin duda han sido siempre un gran apoyo y jamás dejaré de estar agradecido por aquello.

Cuando al fin logro terminar con la sala de estar, se escucha a lo lejos como se rompe algo similar a un cristal. Camino apresurado hacia el lugar desde donde proviene el sonido y me encuentro con una escena que no imaginé que pudiese suceder hoy.

Jungkook se encuentra en el suelo de rodillas, con las manos sujetando su cabeza, sus ojos cerrados y tratando de esconder su rostro en el pecho. Su madre abrazándolo, dedicándome una mirada desconsolada al no saber como actuar frente a la crisis de su hijo.

—Estaba bebiendo un poco de agua, me estaba contando lo feliz que se sentía. —camino lentamente para no alterarla mientras ella continúa su relato. —Pero de pronto se sintió algo mareado, soltó el vaso y comenzó a quejarse hasta caer al suelo, no sé qué sucede, y-yo... m-mi hijo... —sus palabras se cortan cuando el Sr. Jeon ingresa al lugar.

—¿Te parece si mejor reúnes los restos de vidrios?. Déjame esto a mi, yo me encargo de él. —indico con seguridad para no preocuparlos más.

Asiente hipando mientras comienza a limpiar el desastre. Por otro lado, me acerco a Jungkook lo suficientemente despacio y calmado para controlar en parte la situación. Tomo asiento en el suelo, a su lado y me arrastro poco a poco hasta acortar la distancia.

Se mese de lado a lado, murmurando una que otra palabra, negando de vez en cuando algo que no logro descifrar. Luego retiro una de sus manos de su rostro para entrelazarla con la mía, acariciando suavemente el dorso de ésta con mi pulgar. Manteniéndose aún con los ojos cerrados y completamente sumergido entre sus pensamientos.

Acerco mi mano libre hasta masajear su cuello, escuchando el sonido de su respiración mientras suspira despacio. Luego llevo su rostro sobre mi pecho, para acunarlo sin dejar de acariciar la zona y depositando uno que otro beso sobre su cabellera.

—Todo estará bien, bebé. —susurro a la altura de su oído. —Estoy contigo en esto, ¿Bien?...

No obtengo respuesta con palabras, sin embargo, su mano que se encuentra a un costado de su rostro, viaja desde el lugar hasta posicionarse un poco más arriba de mi cadera. Un abrazo firme, empuñando su mano alrededor de la tela de mi chaqueta.

Comienza a llorar, intentando hacer el menor ruido posible. Siendo capaz de notar, aquella lucha interna que lleva mientras se aferra con fuerza a mi cuerpo. Manteniéndose así, a medida que transcurre los minutos.

—Tae. —pronuncia mi nombre en un susurro. —Y-yo recordé algunas cosas, creo... —se detiene un momento para coger la fuerza suficiente para armarse de valor. —Esto es tan angustiante. —agrega. —Quisiera recordar todo de golpe o de plano no recordar nada, pero hacerlo por partes, duele, duele mucho. —seca las pocas lagrimas de su rostro, sin levantar su rostro que aún se esconde entre el espacio libre de mi cuello.

—Lo sé, cariño. —respondo, trazando su espalda con algunas caricias. —No tienes que explicarme cuan difícil es pero ten en claro, que siempre estaré contigo aunque te rompas una y otra vez, sin condiciones, sin pedir nada a cambio ¿Lo entiendes?.

—Te quiero. —pronuncia.

—¿Eh....?. —farfullo tras creer que mi oído, me ha jugado una mala pasada.

—Te quiero, Taehyung. —vuelve a entonar, pero ésta vez lo hace sin apartar su mirada de mis ojos al levantar su rostro sonrojado.

—Oohh, yo... ¿Cómo dices?. —pregunto, queriendo escucharlo una vez más.

Sus labios se juntan con los míos, en un beso repleto de sensaciones algo extrañas. Ese cariño que no sentía hace ya mucho tiempo, cuando todo estaba bien, perfecto, amándonos...

—¿Así o más claro?. —cuestiona tras separarnos. —¿Quieres que te lo deletree?. —interpela, asomando una sonrisa ladina en su rostro. —T E Q U I E R O. —silabea, risueño.

Seré lo suficientemente sincero como para aceptar, que no lo vi venir.

No soy capaz de evitar que algunas lágrimas se desprendan por mi rostro cuando me detengo a escuchar sus palabras, sonriendo en demasía al notar la envergadura de lo confesado.

Todo mejorará a partir de ahora...




Todo mejorará a partir de ahora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LMA | VK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora