Reparar

7K 1K 140
                                    

Me invade con lentitud, tan delicado y suave, como si mi cuerpo se tratase de la más fina tela que ha de poder acariciar. Provocando que con cada roce de su piel contra la mía, mis sentidos se disparen en respuesta a sus caricias. Mis dedos se enredan en su cabello, atrapándolos con fiereza mientras mi mano libre recorre toda la extensión de su espalda.

Cierro los ojos y cruzo mis piernas por detrás de sus caderas para otorgarle así un mejor acceso, embistiéndome tan deliciosamente que provoca sensaciones aún más placenteras que la primera vez. Recibiendo satisfecho a la altura de su oído, cada uno de mis jadeos.

Y es que no sólo se está grabando en mi cuerpo, va mucho más allá, en el alma. No me es fácil explicar porque ésta vez se siente tan diferente, quizás se deba a que estoy más consciente de lo que él provoca en mi. Sus toques me elevan, me desbordan, me sacuden y no, no sólo quiero ser suyo hoy o mañana, si no que toda la vida.

Estoy enloquecido con todas estas nuevas sensaciones. Con la delicadeza de su tacto y como sus ojos no dejan de mirar hacia los míos, despertando cada fibra de mi ser. La forma en la que me hace sentir que le pertenezco, lo hace todo mucho más especial.

—Uhm, dioss... Taehyung. —jadeo cuando los deseos se intensifican.

—Ohh, bebé. —gruñe en respuesta.

Aumenta la intensidad de cada uno de sus movimientos, acompañándolos por circulares estocadas que terminan por rosar mi punto dulce, llevándonos al éxtasis de nuestros deseos más ocultos y sí, siento que estoy tocando el cielo en sus manos, en su cielo, uno que ha creado sólo para mi.

Un par de estocadas más que acarician mi próstata de tal forma, que provoca que ambos sucumbamos al desborde de nuestros placeres más íntimos, haciéndonos perder toda noción de tiempo cuando nos envolvemos en aquel momento único. Agitados, exhaustos, embobados, satisfechos...

Aún no logro tener la suficiente fuerza como para abrir mis ojos, cuando ni siquiera puedo controlar mi resuello.

Taehyung posiciona su rostro en el espacio libre de mi cuello, logrando que mi oído se deleite con su armoniosa y delicada respiración. Mordiendo tiempo después, el pequeño lóbulo de mi oreja y provocando un leve cosquilleo, que termina por hacerme reír en respuesta. Luego abro lo ojos para recibir de su parte, un suave beso sin carga sexual de por medio, sólo nuestro extraño e inusual amor.

Satisfechos, nos acomodamos en la cama mientras posiciono mi rostro sobre su torso desnudo, ubicando una de mis piernas sobre las suyas, como si de un pequeño koala se tratase.

Aparta los cabellos de mi frente con la punta de sus dedos y deposita un beso más en aquella zona, cuando logra despejarla por completo. —Te amo... —musita, mientras me aferra más a su cuerpo.

Nunca quise tomar realmente el peso o la magnitud de lo que significan esas dos palabras. No es primera vez que las escucho salir de sus labios, pero esta vez me llegan de una forma más diferente. Tan intenso y real, que mis lagrimas caen sin control mientras se apodera de mi, una extraña angustia bastante abrumadora.

Una sensación de pérdida me invade en lo mas profundo y es que, justo en este preciso momento, no me imagino una vida sin él, no quiero estar sin él, no puedo y no debo porque desde el día en que ocurrió el accidente, todo se resume a su hermosa presencia en mi vida. Y tengo miedo, por primera vez tengo miedo de que me arrebaten a la única persona que ha despertado todo lo que pensé que jamás recuperaría, mis sentimientos.

Y lloro, lloro sin freno alguno y con la desesperación creciendo poco a poco. Mi cuerpo tiembla ante la posibilidad de que un día no esté conmigo, que venga alguien mejor y sin cicatrices, para llevárselo por siempre.

Me aferro aún más si es que es posible, mientras él me regala caricias por todo el largo de mi espalda para entregarme la calma que necesito. Me abraza con fuerza pese a que no comprende del todo, sin embargo, no pregunta y se lo agradezco, porque es justamente lo que necesito. Entonces, contra todo pronóstico mis labios se abren para darle paso a aquellas palabras que se encontraban más que escondidas, pero que guardan total y absoluta sinceridad.

—N-no te aburras de mi, por favor... —pronuncio, titubeando.

—Jamás me aburriría. —responde, categórico.

—No me abandones... —vuelvo a implorar.

—Ni en esta, ni en otra vida lo haría. —señala, deteniendo su mano sobre mi cadera.

—¿Aunque este así de roto?. —infiero en búsqueda de seguridad.

—Me encargaré de repararte una y otra vez si es necesario. —pronuncia con una sonrisa cálida.

—Ámame siempre. —más que una súplica, suena casi como una dulce sentencia.

—Siempre es un rango muy corto para nosotros, mi amor por ti va mucho más allá del tiempo...

Sonrió entre las pocas lagrimas que aún se reparten en mi rostro mientras con uno de sus dedos, limpia todo vestigio de ellas. Luego reparte besos castos sobre mis labios hasta que logra al fin, entregarme la tranquilidad anhelada.

Terminando por dormirme poco tiempo después, bajo el efecto de sus caricias y con la tranquilidad que necesitaba para calmar mi alborotado corazón, ese que cada vez late con más fuerza gracias a él.



Terminando por dormirme poco tiempo después, bajo el efecto de sus caricias y con la tranquilidad que necesitaba para calmar mi alborotado corazón, ese que cada vez late con más fuerza gracias a él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





Siento la demora, perdón por el lemon (no soy buena con eso). He estado un poco mal de salud y ánimo, espero que pase pronto. Gracias por leer ❤️

LMA | VK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora