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Decisión

Las mañanas tras las crisis son mucho más agotadoras de lo que parecen, a veces más de lo que uno quisiera que fuesen.

Antes, cuando solían presentarse con mayor lejanía, solíamos reírnos como si se tratara de un buen chiste. Otras en cambio, terminábamos conversando para aclarar que tan real eran o no. Para luego volver a la normalidad y disfrutar juntos del tiempo.

Debido a la creciente intensificación de este tipo de "cuadros" psicológicos, en donde pasamos de presentarse un solo cuadro al día, a tener varios durante la misma jornada. Provoca una maldita inestabilidad en nuestro hogar.

Es por eso que hoy, tras la crisis vivida anoche, me encuentro frente a mi jefe para pedir por adelantado mi derecho a vacaciones. De esa forma puedo estar más al pendiente de las necesidades de Jungkook y al alcance de cualquier tipo de desequilibrio que pudiese suceder.

—Sabes Kim... —pronuncia mi jefe. —Este periodo es muy complicado para la empresa. Fin de año, nos necesita a todos cien por ciento concentrados en la entrega de los nuevos proyectos, los mismos que deben salir al mercado lo antes posible. —indica, con cautela. — ¿Tienes idea de lo difícil que es para mí barajar tu solicitud?.

—Sr. Lee. —respondo, cogiendo valor. —Tengo bastante claro lo complicado que es pero él me necesita más que nunca y es mi deber cuidarlo. Es mi pareja, una que no quiso estar en el estado que se encuentra ahora por culpa de un delincuente al volante, que por cierto como usted sabrá, ya está cumpliendo su condena. —comento, tragando un poco de mi propia saliva. —Por favor, no me orille a tomar otro tipo de camino que no está ni en mis planes, ni en los suyos. No quiero terminar presentando mi carta de renuncia...

—¡Taehyung!. —exclama, abriendo sus enormes ojos. —Eres él mejor hombre que tengo en la empresa. Mi as bajo la manga, ¿Cómo crees que dejaría que renunciaras?. —cuestiona, incrédulo.

—¿Entonces?... —preguntó, esperando su respuesta e imponiendo mi postura ante una posible arremetida.

—¡Está bien!. —acepta, ya rendido. —Voy a aceptar tu solicitud, a partir del Lunes estás oficialmente liberado por tres semanas. —señala, carraspeando su garganta. —Pero una vez que estés de vuelta, te quiero hasta con horas extras de ser necesario.

—Gracias Sr. Lee. No sabe lo que esto, significa para mí. —confieso, asintiendo ante su últimas palabras.

A veces mi jefe puede ser demasiado exigente, estricto, duro como roca... pero también es cierto que con los años, se ha convertido en alguien por lejos más comprensivo, sobre todo ahora que se convirtió en padre.

Al menos, algo bueno puedo rescatar de todo lo que está sucediendo. Sólo espero que el tiempo comience a girar a favor nuestro y no en contra, ya ha sido suficiente con estas semanas tan extremadamente difíciles.

★☆★

He llegado al departamento pasada la hora del almuerzo. Jungkook aún se encuentra durmiendo entre la calidez de la cama. Su cuerpo por lo general queda tan maltratado después de una crisis, que no cuenta con la suficiente fuerza como para levantarse por si solo. Sumándole a eso, insoportables cefaleas que lo dejan aún más abatido de lo normal.

Sé que no ha almorzado, no hay que ser genio para notarlo. Yo logré comer algo en el camino, pero necesito que Jungkook también lo haga por lo que opto por cocinar algo liviano para que se reponga.

Al terminar, pongo todo en la bandeja e ingreso a la habitación, deposito todo en el velador y lo muevo despacio para no alborotarlo. Luego de dos intentos fallidos, al fin logra despertar.

—¿Qué hora es?, ¿Ya es tarde?, ¿Tanto he dormido?. —pregunta una y otra vez sin esperar respuesta, mientras restriega sus ojos de paso.

—Claro que no, bebé. He llegado muy temprano hoy. —respondo, despejando el cabello de su frente.

—¿Y eso por qué? ¿Pediste medio día libre en el trabajo?. —objeta mientras toma asiento en la cama lentamente debido al cansancio.

—No, nada de eso... —comentó, tras ayudarlo en su odisea. —¡Sorpresa!. —exclamo casi con escándalo. —A partir del Lunes soy oficialmente libre por 3 semanas... ¿Qué bien, no?, me tendrás a tu lado para lo que necesites...

—Tae... ¿Pediste las vacaciones por adelantado?. —frunce el ceño con algo de molestia.

—Si. —afirmo, cortante. —Sabes que me necesitas, así que no me mires así. —lo reprendo. —Ve el lado bueno de esto, estaremos más tiempo juntos...

—No era necesario, cariño. —responde relajando la mirada y soltando todo el aire acumulado en exceso.

—¡Si que lo es y ya está!. No hay nada que pueda cambiar mi decisión. —sentencio.

—¡Está biēn!. —alarga la e para darle más énfasis. —Jamás podré llevarte la contraria, ¿Verdad?. —asiento mientras me sonríe. —Entonces... ¿Cuál es el plan?. ¿Iremos más seguido al doctor o tú serás mi enfermero particular, tipo 24/7?. —alza una de sus cejas ante su improvisada coquetería.

—Tan bonito... —murmullo antes de volver a entonar. —Soy el mejor doctor que puedas tener. —me acerco hasta depositar un suave beso sobre sus labios para luego alejarme y volver a mi posición inicial. —Mi mejor opción es que pasemos la fiesta de fin de año junto con los chicos, luego podríamos descansar unos días y finalmente para la segunda semana, tomar nuestras cosas e iremos a Jeju ¿Qué dices, te gusta la idea?.

Sonríe dejando a relucir sus hermosas paletas dentales, mientras acomodo la bandeja entre sus piernas para que así pueda comenzar a comer, no sin antes besarlo otra vez.

—Ahora come esto, debes estar fuerte para poder levantarte de esa cama... —intento levantar su ánimo para que de esa forma, mejore su estado de salud.

—Lo que ud. diga Sr. Kim. —suelta una carcajada.

Me encanta verlo sonreír, a pesar de que su rostro han ido disminuyendo su luminosidad. Quiero volver a crear historias para él, momentos nuevos, lo que sea que esté a mi alcance para volver a verlo sonreír genuinamente.

Al menos tenemos la fuerza necesaria para no dejarnos abatir por nada ni por nadie. Porque aunque tengamos todo absolutamente en contra, al menos el tiempo, es nuestro gran amigo.