Fuyuki: Capítulo 7

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Cristalización de un deseo

Cuando Olga Marie se dio cuenta de que el secreto de Izuku para ser un buen maestro era tratar a sus sirvientes con respeto y admiración, pensó que eso sería todo. Como entendió que Izuku era del tipo que admiraba a los héroes de todas las formas, dado el estado del mundo en este momento, la mayoría de las personas fuera de la sociedad de magos lo hacían, había asumido que el impacto de conocer a alguien como Cu Chulainn desaparecería.

Pronto se demostró que estaba muy equivocada.

“¿Qué pasa con la Tierra de las Sombras? ¿Cómo fue estar allí? Izuku preguntó emocionado.

“Frío, lúgubre, miserable, frío, húmedo, mohoso, frío, oscuro, vacío, ¿y mencioné que estaba frío?” Cu Chulainn respondió secamente.

Desde que reanudaron su viaje hacia cualquier destino que Cu Chulainn tuviera en mente, Izuku había estado bombardeando al Niño de la Luz con preguntas. Preguntas sobre su vida, sus interacciones con otros héroes, las hazañas que había logrado; era casi interminable. También mantuvo esa expresión excitable con los ojos muy abiertos todo el tiempo. Era absolutamente extraño de ver, y descubrió que su paciencia se hacía cada vez más escasa a medida que pasaba el tiempo.

Al menos no se estaban encontrando con demasiados problemas en el camino. En el peor de los casos, encontrarían más esqueletos y, llegados a este punto, las fuerzas combinadas de Mash y Cu Chulainn podrían aniquilarlos con facilidad.

"¿Qué pasa con Scathach?" él siguió adelante. "¿Cómo era ella?"

“Una bruja absoluta de mujer”. Respondió Cu Chulainn, antes de que un escalofrío atravesara su cuerpo. Miró a Izuku y, por un momento, el niño vio un miedo inconfundible en sus ojos. “Reza a cualquier dios que sigas para que nunca la encuentres, brote de frijol. Ella no te matará, solo te pondrá a prueba con tanta fuerza que desearás estar muerto”.

Lejos de tener miedo de esta advertencia, Izuku parecía más confundido que nada. “¿Pero no te enseñó casi todo lo que sabes sobre la guerra? Como pelear con Gae Bolg, o cómo usar esas runas…”, cuestionó.

"Bueno, en primer lugar, ella no fue mi única maestra, en caso de que lo hayas olvidado". aclaró el Caster. “En segundo lugar, sí, lo hizo, pero no me lo puso exactamente fácil. Cuando vas y le pides ayuda para pelear a una guerrera inmortal sedienta de sangre que está aburrida de su árbol, obtienes exactamente lo que esperas”.

A pesar de la avalancha de consultas, Cu Chulainn no parecía demasiado desconcertado por ellas. Probablemente en parte porque Izuku fue lo suficientemente cuidadoso para evitar cualquier tema sensible. La vida de Cu Chulainn estuvo llena de desgracias tanto como de gloria, pero Olga Marie estaba un poco impresionada de que alguien tan embelesado como Izuku todavía fuera lo suficientemente considerado como para no preguntar algo potencialmente sensible. Ella también conocía el mito de Cu Chulainn, por lo que sabía que habría algunos temas que, en el mejor de los casos, harían infeliz al Niño de la Luz.

"... en realidad, hablando de runas", comenzó Izuku, mirando al Director cuando recordó algo. “Director, estabas arañando algo en una roca durante la pelea con los Servants. ¿Era eso una runa? el se preguntó.

Olga Marie se sobresaltó, su rostro comenzó a calentarse por la vergüenza. Especialmente porque Cu Chulainn la había mirado con una expresión interesada después de que dijo esto. Supuso que cada vez que ella comenzaba a ver a Izuku bajo una nueva luz, él decía algo para mostrar su verdadera ignorancia. “¡Hay un mundo de diferencia del que estás hablando aquí, Midoriya! Las runas de Caster son las Runas primordiales, una de las formas de magia más antiguas, transmitidas por el gran dios Odín y perdidas por completo para los magos modernos. ¡Las runas que uso son prácticamente raspaduras de pollo en comparación con eso!” Ella exclamo.

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