Timeless Academia

Invocación: Hans Christian Andersen

Autor De La Leyenda

Del Diario de Midoriya Izuku

Hay ciertos aspectos de la humanidad que todos admiramos. Coraje, tenacidad, amabilidad, honestidad, inteligencia. Incluso si los valores de las diferentes civilizaciones cambian con el tiempo, aún nos sentimos atraídos instintivamente por estos elementos y admiramos a quienes los encarnan.

Otro aspecto que nos atrae es la creatividad. La capacidad de pensar fuera de la caja, de usar la imaginación en formas que son completamente únicas para ellos. Para crear cosas con las que la mayoría ni siquiera habría soñado, cosas que persistirán mucho después de que se hayan ido de este mundo.

Ese tipo de cosas no es lo que inmediatamente me viene a la mente en cuanto a lo que sería un "héroe". Siempre he visto a los héroes definidos y recordados por sus acciones, por las grandes hazañas que cambiaron el mundo que los rodeaba, por cómo mejoraron la vida de todos los que los rodeaban. Con el tiempo he tenido que reevaluar ese punto de vista, dado todo lo que he visto y los que he conocido.

Pero creo que todavía tengo más que aprender cuando se trata de eso. Porque a veces, ser el héroe de alguien no requiere involucrarse directamente en la vida de otras personas. Puede ser a través de acciones realizadas enteramente sin sentido más allá de la realización personal. Incluso podría ser solo una coincidencia que uno hiciera una gran diferencia en la vida de otra persona, solo inspirándolos con las obras de uno.

Quiero decir, me imagino que cualquier persona involucrada en ese campo querría que las personas se inspiraran a través de las creaciones que han hecho. Aunque sea solo un poco, o si no es su principal prioridad.

Sin embargo, a veces puede ser difícil saberlo, dependiendo del creador en cuestión.

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Después del último par de reuniones, era muy difícil predecir quién iba a aparecer en el círculo de invocación, por lo que era mucho más difícil pensar en cómo acomodar a la persona en cuestión. Aunque en este caso fue especialmente difícil porque Izuku en realidad no conocía a todos los Sirvientes que habían aparecido en la Singularidad anterior. Todos ellos con identidades falsas hicieron que fuera más difícil predecir sus nombres reales, y aunque pudo hacer una suposición precisa con Arash, eso no siempre iba a funcionar.

Entonces, cuando el géiser de maná azul fluyó hacia el techo, solo para dispersarse, no estaba del todo seguro de qué esperar.

Sin embargo, incluso si hubiera estado un poco más seguro, la vista con la que fue recibido probablemente lo habría tomado con la guardia baja.

A medida que el maná se dividió en partículas más pequeñas, en su lugar se reformaron en hojas de papel, de todas las cosas. Las hojas giraban en el aire sobre el círculo de invocación y, mientras lo hacían, Izuku captaba breves fragmentos de escritura en ellas. Luego observó cómo se arremolinaban hacia abajo como si hubieran sido atrapados en un remolino, girando hacia una fuente en particular.

Observó cómo las páginas se deslizaban ordenadamente en el marco de un libro grande, encajando en su lugar como si siempre estuvieran destinados a estar allí. Una vez que todos se hubieron pegado en su lugar, el dueño del libro lo cerró y luego levantó la cabeza para dirigirse a su nuevo Maestro.